La Cruz Roja sale a la calle y celebra en Vigo su día mundial
Este 8 de mayo se celebra el Día Mundial de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, jornada en la que la institución humanitaria ha dado a conocer sus actividades y proyectos
Vigo
Coordinadores y voluntarios han salido durante unas horas del edificio de que la Cruz Roja tienen en la calle Teófilo Llorente, y donde acogen cada día a decenas de beneficiarios, hasta Porta do Sol para sensibilizar a la sociedad de todas las actividades que la entidad realiza. Bajo el lema Hacemos desde el Corazón la entidad ha querido dar a conocer su trabajo, un tarea que en el próximo año cumplirá 160 años. Cruz Roja ha ido adaptándose a los tiempos y a las necesidades, dándole apoyo y ayuda a quien lo necesita, como así ocurrió en el pasado año, durante la crisis de refugiados provocada por la guerra en Ucrania. "Fue muy de golpe y tuvimos que adaptar un poco las actividades, no solo encargarnos de acoger a esas personas que acudían a nuestras instalaciones sino también con el tránsito. Les acogíamos, les dábamos alimentación, les dábamos un sitio donde descansar mientras continuaban con su viaje, explica Cristina Miranda, responsable de voluntariado de Cruz Roja en Vigo.
En Vigo, trabajan en áreas como socorro y emergencia, inclusión, empleo o intervención social, con programas orientados al acogimiento familiar o al acompañamiento y ayuda a personas mayores. Y en los últimos meses, desde Cruz Roja han comenzado a notar como cada vez son más los que precisan apoyo para afrontar la subida de precios en alimentos, vivienda y energía. "Hemos notado que cada vez viene más gente, de hecho, hemos puesto en marcha en este año 2023 un programa que se llama Cruz Roja Reacciona para dar cabida a todas aquellas personas solicitantes de alimentos, también temas de eficiencia energética o talleres de vivienda, destaca Cristina.
Son más de 3.000 voluntarios en Cruz Roja en Vigo, casi 300 de ellos los que trabajan de manera activa con la entidad, en cada uno de sus talleres o programas, como Mariluz López, quien colabora desde el 2014. Ella comenzó primero en el área de apoyo escolar y pasar pasar al programa de refugiados, en el que trabaja actualmente. "A xente pensa que ser voluntario é axudar pero ao final quen che axuda é a Cruz Vermella. Fago actividades, coñezo á xente e é estar en contacto co mundo", señala Mariluz. En esta nueva etapa, apoyando a los refugiados que llegan a la ciudad, esta veterana voluntaria afirma que "es muy interesante el conocer su vida y el poder ayudarles".
Desde Cruz Roja siguen animando a la población a sumarse al proyecto y a que se hagan voluntarios. No hay requisitos, explican, solo ganas de ayudar.