Poder ir andando, en bicicleta o en VMP desde Pontevedra a la playa de Lapamán de forma segura
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, presento esta mañana la transformación de la carretera vieja entre Pontevedra y Marín, la PO-546, que estará terminada a finales de 2024 tras una inversión de casi 10 millones de euros
El presidente de la Xunta presentó esta mañana el proyecto de reforma al completo de la carretera vieja de Pontevedra a Marín, que recibirá 10 millones de euros en dos años para su humanización y que se pueda ir andando de forma segura desde Mollabao hasta la playa de Lapamán.
Alfonso Rueda destacó la inversión de casi 10 millones de euros para arreglar y transformar la vieja carretera autonómica entre Pontevedra y Marín, la PO-546, en una vía que incluye sendas peatonales y para ciclistas no deportivos, que mejora la seguridad vial. Incluye también mejoras en las paradas de autobús, un aparcamiento disuasorio y la habilitación de un mirador con zona verde y un parque enfrente de la gasolinera de Placeres. Para dar continuidad a la zona peatonal por la parte derecha de la carretera, también se construirán 3 pasarelas de madera que servirán también de miradores.
“Damos un paso muy importante y fundamental para hacer transitable una zona que no lo era”, subrayó Rueda durante la presentación de este proyecto, del que puso en valor que el objetivo es humanizar esta vía de comunicación para que los peatones ganen terreno a los vehículos, al tiempo que se realizan actuaciones para mejorar la seguridad vial en esta carretera por la que transitan cada día hasta 5.000 vehículos.
Se están ejecutando las obras de la primera fase de remodelación de la zona de Estribela y en abril se licitarán las obras para la segunda fase, con una inversión total de 1,35 millones de euros en este tramo. Además, también en abril se va a licitar el proyecto de ejecución de mejoras en los 3,5 kilómetros que separan Placeres y Mollabao.
Además, el Eje de Movilidad Sostenible Pontevedra-Marín se finalizará con nuevas actuaciones en los tramos urbanos de Marín (1,12 millones de euros de inversión) y la instalación de un aparcamiento disuasorio en Pontevedra que tendrá 71 plazas de estacionamiento y a lo que se destinarán 510.000 euros.
El plazo para que esto sea una realidad se establece a principios de 2025, aunque Alfonso Rueda dijo que podría darse que a finales de 2024 podría también estar finalizada.
Aunque aún hay algo más. Y es el deseo que el gobierno del Estado finalice el llamado paseo peatonal a Marín que va al borde de la ría y al que le falta el segundo tramo, porque ahora mismo se interrumpe en el nudo de Ence. Alfonso Rueda considera que sería ideal poder completar el círculo y que se pueda ir por un lado y volver por otro.
