Moeche, el queso que invita a conocer el rural

Moeche

El día grande en Moeche es el 23 de abril, cuando su recinto ferial cambia de traje por el día de San Xurxo, cuando se celebra la Feira do Cabalo, pero hay otro evento que gana peso en su calendario.

Es la Feira do Queixo, que este domingo celebra su quinta edición, una cita joven, aunque guardiana del legado de un producto tradicional con tanta historia como su queso, emblema de un sector primario potente en la localidad y que tiene en Lácteos de Moeche a su estandarte.

Uno de los grandes reclamos de la gastronomía de Ferrolterra, "artesán e que se elabora con coidado e mimo", asegura la alcaldesa, Beatriz Bascoy, que señala que la jornada se "aproveita para que sexa unha ocasión para reivindicar o noso patrimonio".

No solo eso, sino que también hay una intención por defender la vigencia del rural, cuyas potencialidades pueden adquirir más brillo si vienen acompañadas de mejoras en las infraestructuras, como el ferrocarril.

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La línea que une Ferrol con la costa de Lugo y Asturias tiene apeadero en el municipio y este domingo hay un Tren do Queixo, un servicio especial que ha permitido viajar desde la ciudad ferrolana sin excusas por tener que coger el coche.

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Una vez en la estación modestina, un autobús permite completar el trayecto hasta la feria, pero ese transporte sirve también para recorrer su castillo, construido en el siglo XIV y que alberga desde la pasada semana la renovada muestra de su Centro de Interpretación das Revoltas Irmandiñas.

La propia cita con el queso permite, al mismo tiempo, resaltar el trabajo del Centro de Transformación Agroalimentaria A Fusquenlla, que comparte el ayuntamiento con los vecinos de Valdoviño, San Sadurniño y Cerdido y en el que pequeñas explotaciones y productores pueden elaborar conservas de huerta, fruta y miel.

Son 38 los expositores, tanto de Galicia como del resto de España, los que se dan cita este domingo, pero Bascoy considera esencial "crear un amplo abano de actividades" alrededor del propio evento para seducir al mayor número posible de visitantes.

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Así, ya en los días anteriores, hosteleros de Ferrol y Narón han servido pinchos con queso de Moeche y han contribuido a la difusión de información sobre esta propuesta, pero el programa se amplía en el día central.

Hay talleres para los más pequeños, que aprenderán el proceso de creación de queso e incluso "poderán muxir unha vaca", e iniciativas sobre elaboración de pimiento, cerámica o conciertos a modo de complemento.

La quesería invitada de este año es la vasca Lácteos Goine, de la Denominación de Origen Protegida Idiazabal, que tiene papel protagonista en un domingo llamado a "potenciar o recinto feiral e o sector primario, naceu con ese obxectivo en 2016".

La alcaldesa expresa que el "sector primario ten moito futuro e moitas saídas" y reseña que como "concello rural temos a obriga de aproveitar os recursos para este tipo de obxectivos".

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Las catas, apostilla, están encabezadas por el maestro quesero Alejandro Montes y dan "un valor engadido á feira" y hacen las veces de "elemento atraente" para saber todo lo que quiere mostrar Moeche al mundo.

Sobre el Centro de Interpretación das Revoltas Irmandiñas, Beatriz Bascoy subraya que se haya abierto en un castillo que es Bien de Interés Cultural y que ahora aporte "un novo enfoque".

Si hasta el momento se centraba "na nobreza", la apuesta pasa por dar voz a quienes "só aparecían" cada verano con motivo del Festival Irmandiño, consolidada cita folk que también tiñe el calendario cultural de este pequeño municipio.

Un proyecto museístico "único en toda Galicia" que recaba el testimonio "de 183 persoas" sobre lo que aconteció en aquellas revueltas, de las que hubo consecuencias positivas: "Non foi tanto unha derrota, tamén houbo unha parte que se gañou e marcou a historia deste país".