El decano de Medicina: "No faltan médicos"

Santiago de Compostela

El decano de la Facultad de Medicina de la USC confirma en la SER que el centro incrementará el número de plazas de alumnos, pero matiza que ese aumento no será efectivo todavía el curso que viene. Julián Álvarez se muestra escéptico con la cifra del 15 por ciento que fijó el Gobierno Central. Dice que sean o no necesarias más plazas, la facultad que dirige aplicará ese porcentaje, pero que no estarán listas para el próximo año.

Lo que sí tiene claro el decano es que faltan profesores en la facultad de Medicina. Precisa que hay pocos maestros titulares y catedráticos y recuerda que en pocos años se jubilará parte de los que ahora imparten aulas. En ese punto señala a las administraciones: afirma que se tienen que poner las pilas y hacer un sistema más flexible porque tal y como están las cosas, afirma, cada día resulta más difícil hacer compatible el ejercicio de la medicina con la docencia.

La falta de médicos no es real

Julián Álvarez también desmentía la mayor: que faltan médicos en la sanidad pública. Lo que pueden faltar -dice- son algunos especialistas en momentos puntuales, como sucede en hospitales situados en zonas turísticas durante el verano. El decano señala que cada año 7 mil médicos quedan fuera del sistema público, sin poder especializarse y que ese es el verdadero problema; unido -señala- a la falta de actualización del sistema, lo que hace que se sigan convocando cientos de plazas en especialidades obsoletas y otras de más demanda se queden escasas. Por todo ello el máximo responsable de la facultad de Medicina de la USC concluye que el mantra de que faltan médicos es falso y responde a la confrontación política y no a la realidad. En ese sentido reclama consenso entre las administraciones públicas para actualizar el modelo de facultades de Medicina en toda España y el de asistencia sanitaria.

El decano también ponía en cuestión el modelo MIR, el sistema para acceder a una plaza de médico en el Sistema Nacional de Salud de España. Asegura que es un ferviente defensor del mismo, pero admite que lleva 40 años funcionando igual y que es necesario reformarlo para adaptarlo a las nuevas necesidades del sistema sanitario.