'O valo de Porto', de muro de esclavos a monumento a la memoria
Iniciativa en Pontedeume del Ateneo Fernán Martís
Ferrol
La represión franquista supuso el asesinato de unas 125 personas en el entorno de Pontedeume, según apunta el Ateneo Fernán Martís, un colectivo local que presenta un plan para resignificar 'O valo de Porto', un muro levantado de 1938 a 1942, como monumento a las víctimas del régimen.
Su vicepresidente, Pepe Barro, cuenta que sacar a la luz lo ocurrido en dictadura, justo cuando entra en vigor la Ley de Memoria Democrática, es una asignatura pendiente "no solo en la villa", en la que se quiere "convertir un muro de piedra" de 65 metros de largo en un monumento a quienes lo construyeron.
Lo hicieron, afirma, "en régimen de trabajo esclavo, con alimentación precaria", pero ahora surge la oportunidad de que sea "un muro de honor a esas personas", que padecieron "la tortura de no poder llevar dinero a casa" por su vinculación política.
"Sus familias vivieron en condiciones infames durante tiempo y los que lo construyeron en una situación lamentable", señala el diseñador, ilustrador y escritor, que también llama la atención sobre las personas que les "acercaban alimentos a escondidas" como gesto solidario.
Barro destaca que muchas de ellas "también sufrieron el mismo castigo" y que en Pontedeume hubo "gente que fue castigada a hacer trabajos forzados en ese mismo régimen esclavo".
'O valo de Porto' está en la calle Fene, próxima a los jardines de Lombardero, una de las zonas verdes más emblemáticas del casco urbano eumés, y epicentro de la "expansión de Pontedeume" hacia su estación de ferrocarril.
Aquel impulso urbanístico "provocó un gran desmonte" y que se desvaneciese "lo que quedaba del pazo de los condes de Andrade", como también que en ese punto "desaparece el monte Breamo; hay un corte, ese desmonte y se construye el muro para que el barrio de Porto no se venga abajo".
Dice Pepe Barro que en ese pazo "quedaban solo ruinas" y los dirigentes locales del franquismo "fueron cogiendo principalmente a marineros castigados para trasladar lo que quedaba de piedra para las obras; esa ampliación de la villa, que era algo positivo, se convirtió en una tortura para la población".
La iniciativa para erigir un monumento a la memoria de los represaliados ha sido presentada por el Ateneo Fernán Martís en un acto que ha contado con la participación del historiador Bernardo Máiz o de Valentín Bóveda, nieto del líder galleguista asesinado Alexandre Bóveda, entre otros especialistas.
El vicepresidente del colectivo promotor no descuida que hay "alusiones a que algunos miembros" del Ayuntamiento, recién finalizada la Guerra Civil, instaron a "castigar a personas que eran desafectas al régimen".
Como respuesta a aquellos dedos acusadores, ahora se aspira a que la "gente, al pasar por allí, tenga un referente" y que se pueda "transmitir la idea de lo que allí pasó", para lo cual se precisa el respaldo del actual consistorio.
Por lo pronto, Barro desvela que el gobierno local "tiene intención" de volver a pavimentar el vial porque no "se encuentra en condiciones ideales", así que sugiere que es el momento adecuado para hacer coincidir ambas intervenciones.
Cuentan con "una estimación de costes" y no "pretendemos mover grandes toneladas de piedra", como tampoco ir más allá de 1.000 euros para un "elemento señalizador" o de los 700 euros de las "marcas más caras por cada luminaria, puede haber de 100".
"Nos movemos en cifras que en general no son ningún disparate, es absolutamente viable; les toca a los grupos municipales considerar esta cuestión y aprobarla si lo tienen a bien", apostilla sobre un proyecto de bajo coste, pero de alto calado.
Raúl Salgado
Redactor de Radio Ferrol Cadena SER, nos escuchamos en Hoy por Hoy y SER Deportivos