Aprender a cantar no tiene edad
La soprano Lourdes Santos, al no superar el corte de las oposiciones, decidió abrir una escuela de canto en la que aprenden niños y mayores
Aprender a cantar no tiene edad, un reportaje de Antía Montes
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Lugo
Durante el confinamiento la soprano Lourdes Santos amenizaba las tardes de sus vecinos con conciertos desde su ventana. Cantó óperas y zarzuelas para la calle dos Paxariños, pero también el mítico Dancing Queen de ABBA o 20 de abril de Celtas Cortos.
Terminado el confinamiento regresó a su puesto de trabajo como profesora de canto en el conservatorio Xoán Montes de Lugo, pero dos años después ha dado un giro a su carrera profesional. Al no pasar el corte de las oposiciones y con cincuenta años decidió que no quería depender de una llamada de teléfono para hacer sustituciones, y decidió emprender. En el mes de abril abrió la Escuela de Canto Lourdes Santos en el portal 22-24 de la calle San Roque.
La buena acogida y las peticiones de sus nuevos alumnos la animaron a inaugurar durante el verano un campamento musical que está en marcha ahora mismo. Los niños y las niñas que asisten al campamento de Lourdes Santos aprenden ejercicios para empezar a trabajar la técnica vocal y aprender a tocar el piano, pero también hacen manualidades musicales.
Además de las actividades para los más pequeños Lourdes Santos también da clases de canto a personas mayores. "Para cantar lo que hace falta son muchas ganas y mucha ilusión", dice la soprano, y asegura que al grupo de mayores de sesenta les sobran. Ramón es uno de los primeros alumnos de la escuela de canto. A sus sesenta y cuatro años se animó a matricularse en la academia y cuenta que, además de estar "cada día más contento", aprender a cantar "es muy bueno para la cabeza".
Lourdes Santos explica que, efectivamente, la música y la técnica vocal contribuyen a prevenir el deterioro cognitivo. Además los ensayos grupales son un momento de socialización para los mayores que "les ayuda a estar más contentos, más alegres", dice la cantante.
Para el curso que viene ya hay 23 matriculados en la escuela de canto, y Lourdes Santos ya prepara actividades para septiembre. Además de continuar con las dos sesiones de coro para mayores de sesenta años por las tardes planea ofrecer un servicio de ludoteca musical para niños y niñas. Continuará también con las clases individuales de técnica vocal y las de perfeccionamiento para cantantes profesionales.
