Dos forenses y un agente de la Policía Nacional fueron los últimos en declarar en el juicio del crimen de As Gándaras
Se encontraron un escenario del crimen que había sido presumiblemente manipulado y que simulaba una muerte natural
Javier Belda, acusado confeso del crimen cometido en el 2020, en la entrada de la Audiencia Provincial / Eliseo Trigo (EFE)
Lugo
Los agentes de Policía que realizaron las pruebas de inspección ocular y forense en el domicilio de Clara Expósito declararon hoy en la que será previsiblemente la última sesión del juicio. Señalaron que se encontraron una puesta en escena que simulaba la muerte natural de la víctima, pero que resultaba artificial.
Los policías declararon que cuando llegaron al domicilio encontraron a la víctima sentada en el baño de la vivienda, con la cabeza apoyada en los azulejos de la pared. Aparentemente la escena podría ser compatible con el fallecimiento por hictus o por infarto, pero al inspeccionar el cuerpo se encontraron con las heridas en la parte izquierda del cuello que evidenciaba la muerte por violencia.
Según los agentes se encontraron indicios de que el suelo del aseo había sido limpiado, y había restos de sangre de la víctima en una fregona colocada en la cocina y en unos pañuelos en el suelo del aseo, pero no había huellas del acusado, Javier Belda. Si las encontraron en una lata de refresco en la habitación de la víctima y en la cisterna del váter.
Loa agentes que intervinieron señalaron también que en el piso del acusado se encontraron vestigios de un posible alcoholismo y un destornillador debajo de la almohada en la habitación de Clara Expósito.
