Un envejecimiento activo y saludable: clave para una mejor calidad de vida
En SER Saludable, la terapeuta ocupacional Celia Cerezo, destacó que el bienestar en personas mayores implica un conjunto de hábitos y rutinas que favorecen tanto el cuerpo como la mente
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SER SALUDABLE 1x11 "Envejecimiento activo" HxH Vegas Altas
Don Benito
El envejecimiento es una etapa natural de la vida, y promover un estilo de vida activo y saludable es esencial para garantizar el bienestar físico y mental de las personas mayores. En este contexto, iniciativas y programas dirigidos a fomentar la actividad física, la socialización y la estimulación cognitiva resultan fundamentales para mantener la autonomía y la calidad de vida en esta etapa.
En SER Saludable, la terapeuta ocupacional Celia Cerezo, especialista en daño cerebral, destacó la importancia de un envejecimiento activo y saludable. "Muchas veces el bienestar en personas mayores se asocia únicamente a la ausencia de enfermedad, cuando en realidad implica un conjunto de hábitos y rutinas que favorecen tanto el cuerpo como la mente", explicó.
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El envejecimiento activo implica adoptar hábitos que favorezcan la salud en todos los aspectos. Mantenerse en movimiento a través de la actividad física regular contribuye a mejorar la movilidad, la fuerza muscular y la coordinación, reduciendo así el riesgo de caídas y otras complicaciones de salud. Además, la práctica de ejercicio tiene un impacto positivo en el estado de ánimo y en la prevención de enfermedades como la depresión o el deterioro cognitivo.
Más allá del ejercicio, la socialización y la participación en actividades comunitarias desempeñan un papel clave en el bienestar de los mayores. El contacto con otras personas ayuda a fortalecer las relaciones interpersonales, combatir la soledad y mejorar el estado emocional. Actividades como talleres culturales, grupos de lectura o sesiones de aprendizaje continuo pueden contribuir a mantener una mente activa y una vida social enriquecedora.
Los expertos en geriatría y salud recomiendan también una alimentación equilibrada y adaptada a las necesidades de cada persona, así como una adecuada gestión del estrés y del descanso. La combinación de estos factores permite envejecer de manera saludable, manteniendo la independencia y disfrutando de una vida plena.
En definitiva, promover el envejecimiento activo es una tarea que implica tanto a los propios mayores como a la sociedad en su conjunto. Facilitar el acceso a espacios y actividades que fomenten un estilo de vida saludable es clave para garantizar que esta etapa de la vida se viva con plenitud y bienestar.
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