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Punto fatídico

Dos goles de penalti salvan un punto para el Plasencia

Foto del equipo antes del encuentro.

Foto del equipo antes del encuentro. / UP Plasencia

Foto del equipo antes del encuentro.

Plasencia

Era un buen día para espantar los fantasmas del partido de la semana pasada tras la derrota de los placentinos por 3 goles a 0 en Sierra de Fuentes, pero el punto de penalti fue el encargado de salvar los muebles en un mal partido de la UP Plasencia. Un harakiri de los locales en los 15 primeros minutos del partido hicieron que el marcador se pusiera en 0 goles a 2 para un Moralo B que ofreció un juego al límite del reglamento que al final del partido se tradujo en una vergonzosa tangana y una actitud chulesca de los futbolistas de Carlos Baños, ex-entrenador de la UPP.

Una jugada de gol a balón parado abrió el marcador para el filial en el minuto 4 de partido, cuando un centro desde unos metros más adentro de la divisoria fue rematado por José Antonio, fruto de un despiste colectivo de la defensa local. Un primer gol del cual el Plasencia no pudo reponerse, ya que en un balón controlado por Álvaro Juanals en área propia rebotó en Jheyssel presionando la salida de balón en el intento del zaguero de hacer un desplazamiento en largo. El resultado fue una parábola perfecta que batió por arriba a Tutú, titular por la baja de Oriol. El desastre se culminaría con la retirada del meta placentino por lesión en el minuto 17, dando entrada al juvenil Álvaro Arriba que cuajó un partido muy seguro bajo palos y con la pelota en los pies.

Mal planteamiento

El planteamiento inicial de Ulyses Pascual sorprendió al no dar entrada a Alexander y Jorge de titular, pudiéndose observar un gran latifundio en la zona central del medio campo y ausencia de conexión entre defensa y ataque. Un problema al que puso remedio dando entrada al capitán en el descanso resultando una notable mejora en la construcción de juego. La afición placentina echó de menos un juego un poco más directo que buscara más rápido el área rival. Un sistema trabado, en algunos momentos con pelotazos sin sentido y no con jugadas bien trenzadas como se vio contra el Casar de Cáceres de la jornada 1. Daba la sensación de que el equipo estaba atascado, y a eso se le sumaba el juego al límite propuesto por el Moralo B.

El Plasencia consiguió meterse en el partido con un penalti en el minuto 41 por derribo del portero moralo a Mateo Barco tras mandar este el balón por encima del travesaño. Ejecutó Totti apurando a la derecha del arquero.

Con 1-2 se llegó al final de la primera parte, poniendo pausa a una batalla bonita que perdió su nobleza en la segunda parte.

Mala actuación arbitral

El colegiado Salgado Holgado no dejó contento a nadie con su actuación arbitral. Muchas malas decisiones que cayeron en ambos lados que decidieron el encuentro y un penalti a favor del Plasencia con el tiempo de partido ya cumplido. El primer error fue un posible penalti a Enzo en el minuto 26 tras un derribo dentro del área, pero que el árbitro no destacó nada punible en la acción. Tampoco vio penalti al comienzo de la segunda parte a Alberto "Totti". Todo eso se quiso compensar con un penalti a Fouad cuando el tiempo estaba cumplido (y el marcador contaba el minuto 30, lo que provocó mucho desconcierto) por un manotazo al delantero dentro del área. Transformó el punta marroquí y puso 2-2 definitivo.

La reacción placentina llegó tarde con dos ocasiones claras: la primera de Plata tras una sensacional jugada rompiendo a dos contrarios dentro del área pero que no encontró puerta y la segunda de Fouad que desperdició una ocasión clara tras entretenerse en buscar el espacio para disparar, haciendo que el zaguero llegara a tiempo para tapar el disparo.

Final vergonzoso

Al acabar el partido, presenciamos una imagen pésima del filial moralo impropia de un equipo dirigido por Carlos Baños, que visitaba su casa tras su polémica salida de la UP Plasencia, pero que siempre que puede, muestra públicamente gestos nobles de mucha gratitud hacia su ex-equipo. Fue el único miembro visitante que obligó a sus jugadores a acabar con el numerito mandando a sus chicos a la caseta cuando se formaban las tanganas en el centro del campo. La juventud del Moralo B da lugar a falta de conocimiento en sus acciones: piques con jugadores contrarios, peleas en la entrada a vestuarios, juego muy duro, provocaciones a la grada en forma de peinetas y gestos de mofas pusieron el broche a un bochorno lamentable. Gestos que no vio nadie del estamento arbitral, ya que se retiraron del verde sin querer saber nada del asunto.

Para el siguiente encuentro, el Plasencia visitará la cancha del líder, el Montehermoso, que cuenta sus tres partidos por victorias.

 
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