El portavoz de la recién constituida Plataforma Independiente por la Defensa Campo, Vidal Ramos ha confirmado que desde este pasado lunes 26 de febrero los agricultores han comenzado a recibir las notificaciones de sanción por cortar la A-66 y la A-5 en los primeros días de movilizaciones. Son multas, que según ha indicado, ascienden a cantidades entre los mil y tres mil euros. Vidal Ramos confirmaba esta circunstancia durante la concentración que ha tenido lugar en la Plaza de España de Mérida, en primer término, y frente a la sede sede de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible, a la que han llegado pasada la una en una marcha lenta desde el centro de la ciudad. El propósito de esta nueva concentración, según los organizadores, es ser recibidos y entablar un diálogo, tanto con el delegado del Gobierno, José Luis Quintana, como con la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola o «en su defecto» la consejera del área, Mercedes Morán. Siguen reclamando soluciones de urgencia para la situación de «asfixia» en la que viven y trabajan, pero también soluciones a más largo plazo. No consideran válidas para ello las últimas decisiones tomadas en el seno de la Unión Europea a las que consideran «migajas. Solucionemos de una vez el problema de raíz. esto es pan para hoy y hambre para mañana. Hagamos un pacto de estado. Libre, Apolítico. Asindical. Todos a una», espetaba Ramos La concentración ha sido secundada por medio millar de personas, según fuentes de la Policía Nacional, ha sido mucho más tranquilo, e incluso hasta festiva, que las realizadas en jornadas precedentes y en ella muchos de los agricultores y ganaderos han estado acompañados de sus hijos en edad escolar. «Yo quiero que mis hijos estudien, pero también que puedan trabajar en el campo si quieren y n estas condiciones es imposible», afirmaba una agricultora de La Vera propietaria de explotaciones de pimentón y tabaco. En esta ocasión, los tractores no han supuesto demasiados problemas de tráfico. El centenar de vehículos que han participado en la movilización han quedado estacionados en la avenida Luis Ramallo, frente a la consejería, o el entorno del Palacio de Congresos emeritense. Sólo algunos de ellos han cruzado la ciudad por la avenida Reina Sofía con la consiguiente ralentización del tráfico, que volvía a la normalidad enseguida.