"A pesar de nuestros esfuerzos, no estamos dando el servicio de calidad que se merece la ciudadanía"
Las trabajadoras de los servicios sociales de San Sebastián convocan una jornada de huelga para pedir más recursos y la especialización de sus profesionales

"Somos conscientes de que no estamos dando el servicio adecuado que se merecen los ciudadanos"
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
San Sebastián
El personal de los Servicios Sociales municipales de San Sebastián ha convocado una jornada de huelga este jueves 27 de marzo. Tras semanas de movilizaciones y sin respuesta por parte del Ayuntamiento, denuncian una situación de colapso que afecta directamente a la población más vulnerable de la ciudad.
Según datos del propio departamento, solo 11 de las 43 trabajadoras sociales han podido atender en menos de siete días a quienes solicitan ayuda. "Eso significa que el 74 % ha tardado más de ocho días en dar una primera respuesta. Y muchas veces ni siquiera logran contactar porque no damos abasto", explica una de las trabajadoras. Y es que, según los datos facilitados por las trabajadoras en `Hoy por Hoy San Sebastián´ el año 2024 se atendieron a 18.000 familias, un 21% más que en 2019, y de ellas, 4500 lo hacían por primera vez.
Idoia Vicente, Garbiñe Imaz y Belén Jericó han explicado la situación en la que se encuentra el personal de los servicios sociales de base. Unos servicios que se encuentran al límite, explican, con unos trabajadores y trabajadoras que no cuentan ni con los recursos humanos suficientes ni con los recursos materiales adecuados. Aseguran que el problema va más allá de los tiempos de espera y, según relatan, la atención telefónica está saturada, las centralitas colapsadas, y muchas personas optan por acudir directamente a los centros, generando aún más presión sobre los equipos.
“No damos el servicio que merecen”
"Somos la puerta de entrada a la atención social, desde ayuda a domicilio a mayores hasta atención psicológica infantil, víctimas de violencia machista o personas en riesgo de exclusión", explican. La falta de seguimiento en casos delicados y el aumento de la complejidad social —familias desahuciadas, personas mayores solas, situaciones de violencia— hacen que el sistema esté al límite.
Cada trabajadora atiende a más de 350 familias al año, cuando el Ararteko establece que lo ideal serían 315 como máximo, por lo que somos conscientes, admiten, de que no estamos dando el servicio de calidad que necesita la ciudadanía".
Para solucionar esta situación, reclaman una plantilla más estable, especializada y así poder, dicen, reafirmar unos servicios sociales que son "los pilares del estado de bienestar".
Este jueves 27, las trabajadoras de los Servicios Sociales pararán su actividad para exigir medidas urgentes que frenen el deterioro del sistema. “No es una huelga contra nadie. Es una huelga por las personas a las que atendemos y por la dignidad de nuestro trabajo”.