Un sueño convertido en pesadilla en Old Trafford

San Sebastián

Lo de Manchester fue un auténtico atraco. No se puede definir de otra forma la eliminación de la Real Sociedad de la Europa League. Le derrota del equipo txuri urdin estuvo condicionada por una actuación arbitral lamentable del colegiado francés Benoit Bastien, especialmente con el segundo penalti que pitó -que no era- de Aritz Elustondo sobre Dorgu al comienzo de la segunda parte. "Con mucha rabia, impotencia, indignación, tristeza... sentimientos no muy buenos", decía el propio Elustondo tras el partido en los micrófonos del Larguero de la Cadena SER.

Como ya es habitual en Old Trafford, la atmósfera vibró entre la sensación de partido importante y la duda y la incógnita de qué United saldría al campo. Acostumbrados a que esta sorpresa siempre salga cruz, no fueron muchos los que se sorprendieron cuando, a los diez minutos, Mathijs De Ligt pisó por detrás a Mikel Oyarzabal y cometió un más que innecesario penalti. La Real estrenaba así el marcador gracias al gol que marcó el capitán desde los once metros.

A partir de ahí, con polémica, tras dos penaltis cuando menos cuestionables y la expulsión también cuestionable de Aramburu que dejó a la Real con diez jugadores en el campo, el equipo inglés salvó su curso clasificándose para los cuartos de final de la Europa League, su única vía para estar en Champions League la temporada que viene y para legitimar los primeros meses de Rúben Amorim en el cargo.

Al final, 4-1 en el marcador. La Real se apea así del sueño europeo y vuelve a casa, además, con una nueva lesión, la de Brais Mendez.