MDMA y esketamina para el tratamiento del estrés post traumático y la depresión resistente
La 33ª edición del curso nacional de actualización en psiquiatría ha congregado más de 1.000 expertos en busca de nuevas respuestas al estudio de la salud mental
XXXIII Curso Nacional de Actualización en Psiquiatría
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Vitoria-Gasteiz
Vitoria se convierte, desde hoy y hasta el próximo viernes, en el epicentro de la psiquiatría con la celebración de la 33ª edición del Curso Nacional de Actualización en Psiquiatría, que se va a celebrar en el Palacio de Congresos Europa. Esta cita, considerada un referente en el ámbito de la salud mental, va a reunir a más de 1.000 expertos, 520 de manera presencial y 400 más online, de los que 250 lo harán desde latinoamérica.
El curso se adentra en una variedad de temas cruciales para la actualización en psiquiatría, entre los que destacan la neurobiología del insomnio, la relación entre nutrición y salud mental, y el uso innovador de sustancias psicodélicas en el tratamiento de trastornos como la depresión resistente, la ansiedad y el estrés postraumático.
Un año más el Curso está dirigido por el doctor Edorta Elizagarate, jefe de Servicio de Psiquiatría de la Red de Salud Mental de Álava y presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Clínica. “Proveer a los clínicos de herramientas y datos que mejoren la calidad del trabajo clínico en salud mental es uno de los objetivos primordiales que debemos trabajar", ha indicado Elizagarate. En este contexto, subrayó la necesidad de que los tratamientos evolucionen para adaptarse a los nuevos desafíos que enfrenta la sociedad en el ámbito de la salud mental adquiriendo nuevas dimensiones, ya que "si bien se ha producido un avance en la visibilidad de estos trastornos, hay un riesgo de confusión al tratar el bienestar y malestar humano con una solución únicamente médica, derivados a este servicio que en estos momentos está saturado", ha explicado Elizagarate.
Renacimiento psicodélico
Uno de los avances más destacados pasa por el uso de fármacos psicodélicos como el LSD, MDMA, esketamina y quetamina, "que se presentan como alternativas prometedoras para tratar trastornos mentales crónicos, especialmente la depresión resistente", ha indicado Elizagarate. De hecho, en la red de salud mental de Araba "ya tenemos implementada la esketamina como tratamiento en casos de depresión refractaria, mostrando resultados superiores a los alcanzados con los tratamientos tradicionales.Nosotros estamos hablando de una respuesta al tratamiento por encima del 50% sobre esos resistentes”, ha indicado el jefe de la red de salud mental de Araba.
En este mismo sentido, Óscar Soto, psiquiatra e investigador principal en el Parque Sanitario de San Juan de Déu, se refirió al “renacimiento psicodélico” que está teniendo lugar en la medicina. Soto destacó que, tras décadas de prohibición, sustancias como la psilocibina, que está en las setas alucinógenas, y el MDMA están siendo redescubiertas "como opciones terapéuticas, ofreciendo un alivio significativo a personas que no responden a los tratamientos convencionales. Estamos hablando de tratamientos que pueden beneficiar a personas con trastornos como la depresión resistente o el estrés postraumático, y que tienen un impacto positivo en la creación de nuevas conexiones cerebrales”, indicó Soto, resaltando que estas sustancias requieren un enfoque controlado, con un acompañamiento terapéutico adecuado.
A pesar de la creciente evidencia sobre su eficacia, tanto Soto como Elizagarate coincidieron en la importancia de no caer en la automedicación, ya que las sustancias psicodélicas, aunque prometedoras, deben administrarse en un entorno terapéutico adecuado, con supervisión profesional, para evitar riesgos innecesarios. "No son soluciones mágicas, y su efecto depende en gran medida del contexto en el que se administren”, explicó Soto.
El curso, que se convierte en una plataforma de intercambio de conocimientos y avances en la psiquiatría, refleja un claro interés en explorar nuevas fronteras en el tratamiento de trastornos mentales, especialmente en un momento en el que el uso de psicodélicos está ganando terreno dentro de la comunidad científica.
Nutrición y salud mental
Otro de los puntos donde se va a poner el foco va a ser en la relación entre la salud mental y la nutrición. Eva Garnica, psiquiatra y jefa de estudios de la unidad docente de la red de salud mental de Bizkaia, destacó, que "el estilo de vida y la nutrición pueden ser factores en los que podemos tomar medidas para mejorar nuestra salud mental, y en este sentido la dieta mediterránea, rica en alimentos antiinflamatorios, se ha mostrado como una de las opciones más beneficiosas para mejorar el bienestar mental, además de contribuir a una microbiota intestinal saludable, lo que repercute positivamente en el cerebro".
Además, se ha referido a la conexión entre los alimentos ultra procesados y una mala plasticidad cerebral. "Sabemos que una mala nutrición afecta negativamente a los procesos cerebrales, mientras que una dieta equilibrada y hábitos como el ejercicio o el ayuno intermitente pueden potenciar la neuroplasticidad", indicó Garnica. A pesar de la creciente prevalencia de trastornos mentales y los desafíos en la atención primaria, cabe destacar la importancia de adoptar medidas preventivas antes de que los problemas de salud mental se agraven.
