El 3 de marzo en Vitoria, por Nieves Concostrina: “Nunca ha interesado manchar el nombre de Adolfo Suárez con los muertos de Vitoria, pero estaba al mando”
El espacio ‘Acontece que no es poco’ en La Ventana ha recordado el asesinato de 5 trabajadores a manos de la Policía en 1976

3 de marzo de 1976: El franquismo seguía aquí: cinco obreros asesinados por la policía en Vitoria
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Vitoria-Gasteiz
'Acontece que no es poco' de Nieves Concostrina se ha fijado este lunes en los sucesos del 3 de marzo de 1976 en Vitoria en los que la Policía asesinó a disparos a 5 obreros e hirió a más de un centenar que participaban en una asamblea de trabajadores en la Iglesia de San Francisco en el barrio de Zaramaga en Vitoria. Los responsables materiales y políticos de aquellos asesinatos nunca fueron juzgados. Las víctimas siguen reclamando justicia y reparación.
Nieves Concostrina ha incluido algunos extractos de las conversaciones entre los policías el día de la matanza. "Hemos contribuido a la paliza más grande de la historia" o "aquí ha habido una masacre, cambio" son algunos de los audios de la policía que han podido escucharse.
Concostrina ha relatado que en Vitoria existía una "fuerte conciencia obrera" y trabajadores de varias fábricas venían reivindicando derechos laborales. Muchas veces, los trabajadores se reunían en iglesias porque las autoridades y los empresarios prohibían las reuniones de los trabajadores. "Y así llegamos a la convocatoria de una huelga general en Vitoria el 3 de marzo de 1976 junto con una asamblea conjunta de todos los representantes de los obreros de las distintas empresas en el único sitio posible donde podían reunirse. En una iglesia que tenía que ser además grande porque iban a ir miles y así fue. Muchos entraron a aquella asamblea conjunta en la iglesia de San Francisco de Asís".
Y fuera se quedaron miles de personas a las que la policía no había dejado acceder. "No contentos con impedir el paso a los trabajadores, los grises tenían orden de desalojar a los de dentro, pero como no podían entrar, gasearon. La policía rompió las ventanas de la iglesia, lanzaron gases lacrimógenos". Cuando la gente salía de la iglesia, la policía empezó a dispararles. Fueron asesinados Pedro Martínez, Francisco Aznar, Romualdo Barroso, José Castillo y Bienvenido Pereda.
Concostrina también ha recordado la tensión que se vivió durante los funerales que se celebraron en Vitoria.
Al rey emérito "ni siquiera se le oyó respirar"
¿Y qué pasó con las autoridades? Franco había muerto pero el franquismo seguía gobernando. "Fraga apareció por Vitoria el día 6 de marzo a visitar a los heridos, pero no se vio cómo como le increparon. Hicieron además correr el bulo de que los líderes obreros habían abandonado la ciudad a cambio de mucho dinero. Pero era mentira. Allí estaban todos los que no estaban detenidos o heridos".
Concostrina cuenta que Fraga se "escaqueó de toda responsabilidad de la masacre". Era el ministro de Gobernación, a cargo de la Policía, pero estaba de viaje en Alemania y "silbó el pío pío que yo no he sido". Adolfo Suárez era quien ocupaba de forma interina la cartera de Gobernación. "Nunca ha interesado manchar el nombre de Suárez con los muertos de Vitoria pero estaba al mando".
Al rey emérito "ni siquiera se le oyó respirar durante los terribles sucesos de Vitoria de marzo de 1976, como jefe del Estado que era cuando los grises dispararon indiscriminadamente a una masa de trabajadores". "Del heredero de Franco, Juan Carlos de Borbón, no he encontrado una declaración, una condolencia, seguro que la hubo, ojo", explica Concostrina.
"Hay que acabar con ese bulo, con esa falacia que decía que el rey —ese que ha resultado ser un delincuente— nos había traído la democracia a España". "La democracia y los derechos no los trajo ni el borbón delincuente ni los franquistas disfrazados, se ganó en la calle y en la calle se sufrió una salvaje represión policial porque las fuerzas del orden no tenían que dar cuentas a nadie, salvo a Manuel Fraga, ministro de la Gobernación y ese solo decía "la calle es mía." .
"Asesinos de razones y de vidas, que nunca tengáis reposo a lo largo de vuestros días y que en la muerte os persigan nuestras memorias", dice la canción que Lluis Llach dedicó a las víctimas del 3 de marzo y que ha recordado Concostrina.