¡Otra vez en semifinales!

San Sebastián

La Real Sociedad volverá a estar en las semifinales de Copa con Imanol Alguacil. En seis años con el entrenador oriotarra, se ha clasificado en tres ocasiones para la ronda previa a la gran final copera. Hasta su llegada al banquillo realista, en los 26 años previos desde la construcción del estadio Anoeta, solamente una vez habían llegado tan lejos en la Copa del Rey. El dato lo dice todo. Esta vez lo consigue después de dejar en la cuneta a un Osasuna que se pegó un tiro en el pie con graves errores defensivos y una inexplicable expulsión de Catena a la media hora de juego. El gran protagonista fue el capitán Mikel Oyarzabal, que literalmente le dio el pase con dos pases, valga la redundancia, de gol a Barrenetxea y Brais Méndez.

Y eso que Osasuna comenzó el partido muy bien, mucho mejor que la Real Sociedad, superando a su rival en energía, garra e intención. Y generando ocasiones claras para merecer adelantarse en el marcador. Los rojillos ganaban todos los duelos y eso le daba la oportunidad de aprovechar las segundas jugadas. Pero no fueron capaces de sacar partido de esa superioridad, y permitieron sacar la cabeza a una Real que estaba con dudas y le costaba encontrarse cómoda sobre el terreno de juego. Y esa fie la penitencia de Osasuna, porque a la Real no se le puede dar ni media opción para meterse en el partido, aun no estando bien. Fueron diez minutos nefastos y muy bien aprovechados por una Real que se subió a lomos de su capitán para cambiar el signo de la eliminatoria y abrazar las semifinales.

Un balón largo que ganó sorprendentemente de cabeza Kubo a Juan Cruz lo agarró Barrenetxea, que combinó con Oyarzabal y se inventó una asistencia soberbia para que el donostiarra con una acción técnica de crack se plantara solo delante de Sergio Herrera y abriera el marcador. Con el 1-0 la Real tuvo la opción de darle la puntilla, se enchufó al partido y Osasuna quedó tocado. Y en otro error defensivo, una salida de balón muy comprometido, la Real marcó el segundo para poner tierra por medio en el marcador. Pablo Marín apretó a Iker Muñoz después de un mal pase de Sergio Herrera, la pelota le cayó a Oyarzabal, cómo no, y su pase de gol lo aprovechaba Brais Méndez. La Real acariciaba ya la semifinal. Y se le ponía más de cara con la ida de olla de Catena, que se autoexpulsaba con una entrada casi a la cabeza de Brais Méndez. Roja directa muy clara, aunque lo chequear en el VAR, que dejaba todo de cara a la Real, con 2-0 en el marcador. La segunda parte sobró, con ambos equipos firmando una tregua: Osasuna manteniéndose de pie con dignidad y la Real haciendo rotaciones para gestionar los esfuerzos y pensar en lo que le viene dentro de su criminal calendario, ahora más cargado gracias a su presencia en las semifinales de Copa.