Álava crea un Catálogo de Viñedos Remarcables para ayudar a la conservación de las vides del territorio
Es una ayuda que complementa a la aprobada en 2018 para el mantenimiento de viñedos viejos
JCCM
Vitoria-Gasteiz
La Diputación Foral de Álava ha creado un Catálogo de Viñedos Remarcables del Territorio que permitirá conceder una una ayuda específica para fomentar su protección y mantenimiento. Este registro incluirá aquellos vides que sean de interés desde el punto de vista de la conservación, bien por su valor científico, enológico, cultural o paisajístico.
El catálogo valorará aspectos como la antigüedad, el estado sanitario, el marco de plantación, las variedades presentes o la situación y el potencial y, en función de una evaluación, los viñedos se clasificarán en tres grupos: viñedo remarcable, del que se desea su conservación; viñedo notable, en el que se adoptarán medidas para su preservación; y viñedo monumental, la categoría de máxima protección. La ayuda será un pago que dependerá de la categoría en la que se establezca el viñedo, y consistirá en un pago de 300, 450 y 600 euros por hectárea para cubrir los costes por el mantenimiento de los viñedos.
Medidas para no perder viñedos antiguos
Esta nueva ayuda foral surge a raíz de la limitación de la creada en 2018, que estaba destinada a la conservación de los entonces catalogados como viñedos viejos, que eran aquellos plantados antes de 1965 y que no contemplaba más atributos que la edad.
"Hemos hecho una labor de análisis y tenemos identificada una serie de superficies con plantación posterior que, por sus características, también merecen un grado de protección pero que quedan fuera de lo que se contemplaba en lo que hasta ahora se protegía", ha explicado el director de Agricultura de la Diputación Foral, David Fernández.
Ahora, explica el delegado, se tienen en cuenta la presencia de variedades, métodos o elementos tradicionales que han ido desapareciendo a lo largo del tiempo y que "dota al viñedo de unas características remarcables". Una desaparición que, en muchos casos, además de por las enfermedades que ponen en riesgo el cultivo de la viña, responde a las dificultades de los viticultores de mantener los viñedos viejos.
"Además de producir menos uva por cepa, están plantados con marcos muy estrechos, por lo que la recolección se complica, y el viticultor no es recompensado económicamente", explican desde el departamento de Agricultura. Por ello, "optan, en muchos casos, por el arranque y la replantación" del viñedo.
