"Le asestaron trece puñaladas": El relato de la noche de terror de los aficionados de la Real en Roma

San Sebastián

“Pudo haber tranquilamente un nuevo Aitor Zabaleta, o más de uno. Y si no lo hubo es porque los ultras que les atacaron no quisieron”. Estas duras palabras pertenecen a un miembro de la Real Sociedad que tiene conocimiento de primera mano de lo que pasó el miércoles por la noche en el ataque de los radicales del Lazio a seguidores del club txuri-urdin. Es parte del relato de una noche de terror en Roma que da miedo y que pudo terminar mucho peor. Un relato que a estas horas en Italia entienden que se podía haber evitado.

El balance de las consecuencias de los incidentes fue de nueve heridos por arma blanca, de los que seis tuvieron que ser evacuados a diferentes hospitales de Roma. Cuatro fueron dados de alta después de ser tratados de sus heridas, pero dos tuvieron que quedarse ingresados en el hospital, donde siguen todavía estables dentro de la gravedad de su situación. Pero la realidad es que, aunque suene muy fuerte, no faltó tanto para que llegara a haber fallecidos.

Porque el ataque de los violentos radicales del Lazio, del grupo de extrema derecha ‘Ultra Lazio’, fue de una violencia desmedida. Atacaron por sorpresa a los seguidores de la Real Sociedad cuando estaban en una terraza del barrio Monti, cerca del Coliseo, una zona que no frecuentan habitualmente los ultras del club lacial. Todo empezó sobre las 23:00, cuando faltaba media hora para que los seguidores realistas se marcharan de allí, a dormir cada uno en sus habitaciones. El ataque fue tan violento que recordó a los momentos más oscuros del fascismo en Italia.

Fue casi una centena de ultras de la Lazio contra unos 30 aficionados de la Real. Y fueron con todo. Con pirotecnia, bombas de humo y armas blancas de todo tipo. Armados hasta arriba y gritando “matarlos a todos”. Y se comportaron con auténticos asesinos, hasta el punto de que en el ataque fueron marcando en la nuca a algunos de los seguidores de la Real con sus navajas, en señal de que les estaban perdonando la vida y que no les mataban porque no querían. Pero aún así fue una auténtica masacre que pudo ser una tragedia. Porque la policía italiana les definió como “profesionales preparados para atacar que sabían dónde clavar sus puñales”. Al seguidor herido de la Real Sociedad que está hospitalizado con pronóstico reservado le apuñalaron trece veces. Y al otro aficionado que sigue en el hospital le perforaron el pulmón y le tuvieron que operar de urgencia. A otro aficionado le alcanzaron en el hígado.

Fue una emboscada totalmente organizada de un grupo de ‘Ultras Lazio’, al parecer con ayuda de radicales del Frente Bokeron de Málaga, que habían salido de caza por Roma y que no terminó con fallecidos de milagro. El grupo de la Real Sociedad que estaba tomando algo en la terraza de un pub irlandés estaba siendo vigilado por una patrulla de los carabineri, pero no pudo hacer nada ante la violencia desmedida de lo que parecía más un escuadrón fascista que un grupo ultra, todos vestidos de negro.

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Mucho se ha hablado a su vez de ese grupo de aficionados de la Real que también iban de negro. Muchos pertenecían al grupo RSF Firm, pero no todos. Y sí había algunos que pueden entrar dentro del calificativo de ultras, pero no todos. Y no estaban buscando ningún tipo de pelea, simplemente había ido a esa zona porque había pubs, pizzerías… y quería tomar algo. Ese grupo de más de 30 personas habían viajado con entradas vendidas por la propia Real Sociedad, que sabía quienes eran, con los que había hablado y les habían prometido que no provocarían ningún altercado. Conocían todos sus movimientos en Roma y estaban controlados en todo momento. Desde la Real Sociedad aseguran que no viajó nadie en ese grupo que tuviera antecedentes penales o de otro tipo, aunque sí añaden que saben que viajaron algunos de los calificados como peligrosos por fuera sin entrada y que consiguieron entradas que ellos no les vendieron. El club insiste en que no puede impedirles viajar y que utiliza esta forma de actuar para poder tenerlos siempre vigilados.