Box San Sebastián, maestros artesanos de la piel

San Sebastián

En BOX San Sebastián, llevan desde 1948 comprometidos con la manufactura de alta calidad en artículos de piel. Este pasado 2 de enero, su histórico comercio de la calle San Martín ha cumplido 60 años y al frente se encuentra Gerardo González, su director creativo, que pertenece a la segunda generación que gestiona esta marca.

Bolsos, carteras, zapatos, forman parte de los más de 2000 modelos diseñados por esta marca donostiarra donde la piel y el cuero de alta calidad marcan la diferencia. En su local de la calle San Martín, podemos encontrar una colección completa de marroquinería para mujer y hombre, el laboratorio-taller de investigación de nuevos diseños, colecciones capsula y un servicio de reparación. Y en la tienda de la calle Garibay, han creado un nuevo espacio comercial con la colección de bolsos para mujer, las colecciones para hombre y mujer de chaquetas y abrigos de cuero y el nuevo proyecto de calzado. Pero sin duda alguna, el producto estrella sigue siendo su bolso 8010y6 que después de 44 años sigue siendo el número uno en ventas ya que es apto para cualquier tipo de mujer.

Para Gerardo González, el secreto del éxito de Box radica en la sencillez de sus diseños, a temporales en el tiempo y en la calidad de sus productos. Además, añade, el servicio de mantenimiento y reparación de los bolsos, les diferencia del resto y pone en valor el compromiso sostenible de la marca.

La historia de Box comienza en 1948, cuando Manuel González, decide aprender el oficio de guarnicionero y lo hace en un taller que hacia artículos para la Casa Real cuando esta veraneaba en San Sebastián. Tras su aprendizaje, con 22 años, decide montar su propio taller y lo hace en una buhardilla de la calle San Jerónimo donde está 15 años. Es tal el éxito de lo que hace, que los encargos aumentan por lo que decide trasladarse a un local de la calle Fuenterrabía y allí pasan otros 15 años hasta que la mujer de Manuel, Pepi Baragaña, decide que ha llegado el momento de crear su propio negocio y vender ellos mismos los productos que hacen y se trasladan al local de la calle San Martín que todo el mundo conoce.