"Duro golpe" para los propietarios de viviendas turísticas en Bilbao: la asociación denuncia una "indefensión total"
La nueva normativa de Bilbao limitará drásticamente los alquileres turísticos, provocando un intenso debate entre el Ayuntamiento, que busca un equilibrio entre turismo y vida vecinal, y los propietarios de viviendas vacacionales, que ven amenazado su negocio
Reacción de la Asociación de Viviendas Turísticas en Bizkaia y la oposición en el Ayuntamiento de Bilbao
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Bilbao
El Ayuntamiento de Bilbao ha dado un giro de 180 grados a su política de alquileres turísticos. Con la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), la ciudad busca frenar la proliferación de viviendas y habitaciones destinadas a turistas, priorizando el uso residencial y garantizando un desarrollo urbano más equilibrado.
Asociación de Viviendas Turísticas en Bizkaia
Las nuevas restricciones, que limitan la ubicación y el número de alojamientos turísticos, han generado un fuerte impacto en el sector. Álvaro Crespo, portavoz de la asociación de Viviendas Turísticas en Bizkaia, ha denunciado que esta medida supone un "duro golpe" para sus afiliados, quienes se ven afectados por una situación de "incertidumbre absoluta y de indefensión total".
Oposición en el Ayuntamiento de Bilbao
La oposición municipal tampoco ha tardado en reaccionar. Karlos Renedo, de Eh-Bildu, ha advertido sobre una posible "mancha de aceite" en los barrios colindantes, como Iturribide, Solokoetxe y Basurto, que podrían convertirse en los nuevos focos de actividad turística. Por su parte, Esther Martínez, del Partido Popular, ha cuestionado la capacidad de las administraciones para hacer cumplir las nuevas normativas, señalando la escasez de inspectores en Bizkaia.
Elkarrekin Bizkaia, sin embargo, ha valorado positivamente esta medida, destacando que supone un avance al equiparar la regulación de las habitaciones de uso turístico con la de las viviendas turísticas, una cuestión que hasta ahora había quedado fuera del PGOU.
La decisión del Ayuntamiento de Bilbao ha abierto un intenso debate sobre el modelo turístico de la ciudad y las tensiones entre los intereses de los propietarios de viviendas turísticas, los vecinos y las instituciones.
