Violencia machista contra mujeres mayores, una realidad silenciosa en Bizkaia

Bilbao

El primer crimen de 2025 en Bizkaia ha sacado a la luz una de las realidades más invisibilizadas en nuestra sociedad: la violencia machista ejercida contra mujeres mayores. Alicia, de 84 años, convivía con su hijo, quien, según las autoridades, habría sido su agresor. Este caso recuerda a otro ocurrido en Barakaldo en 2022, cuando un hombre fue detenido por la muerte violenta de su madre, de 90 años. En ambos casos, las víctimas no habían denunciado.

Un problema sistemático

La violencia en el entorno familiar, y particularmente contra mujeres mayores, no es un fenómeno nuevo. Según datos del EUSTAT, en Bizkaia hay casi 50.000 mujeres mayores de 65 años que viven solas, muchas de las cuales enfrentan violencia psicológica, física o económica sin que haya registros ni denuncias. El 70% de las mujeres atendidas por la organización Oneka, que da apoyo a mujeres mayores, declaran ser víctimas de violencia machista, y de ellas, el 80% no denuncia.

Mertxe Méndez, portavoz de Oneka, lamenta que las instituciones no tengan programas específicos para abordar esta problemática: “Las mujeres mayores son las más invisibilizadas. No hay registros ni seguimientos cuando un hijo con antecedentes penales vuelve al hogar. Las madres no denuncian a sus hijos, y esto deja a muchas mujeres atrapadas en un círculo de silencio y miedo”.

La urgencia de protocolos y recursos

A pesar de las cifras alarmantes, las administraciones públicas aún no cuentan con medidas específicas para proteger a este colectivo. La Diputación de Bizkaia reconoció que actualmente no existen programas dedicados a este problema, aunque aseguran estar reflexionando sobre ello. Teresa Laespada, diputada de Igualdad, destacó durante una reciente concentración en Barakaldo que las mujeres mayores son “víctimas dobles, por ser mujeres y por ser mayores”.

Desde organizaciones como Argitan, que atienden a unas 300 mujeres al año en Bizkaia, se reclama un enfoque integral. “Es crucial cruzar datos entre los servicios sociales, sanitarios y judiciales para identificar situaciones de riesgo”, señaló Mireia Saiz, portavoz de la entidad. También se subraya la necesidad de que los servicios públicos integren una perspectiva de género y edad para detectar estas violencias antes de que sea demasiado tarde.

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Un rayo de esperanza: el caso de Portugalete

En medio de este panorama, el Ayuntamiento de Portugalete ha puesto en marcha un programa piloto titulado “Vidas Libres de Violencia Machista”, dirigido a mujeres mayores de 60 años. Este proyecto, pionero en la comarca, busca identificar y atender casos de violencia machista mediante un cruce de datos en los servicios sociales municipales. Rosalía Cuadrado, presidenta de CODISFIBA y miembro de la Comisión de Igualdad de Bizkaia, considera que esta iniciativa es “un buen punto de partida para que otros municipios sigan su ejemplo”.

El camino hacia el cambio

Mientras tanto, los colectivos feministas y de apoyo a mujeres mayores insisten en que es hora de pasar de la reflexión a la acción. Proponen, entre otras medidas, establecer un protocolo específico en el ámbito sanitario y social, donde se detecten signos de violencia en mujeres mayores, especialmente aquellas que conviven con familiares con antecedentes de violencia.

“La violencia machista hacia las mujeres mayores es un fenómeno cronificado que las instituciones no están abordando con la urgencia que merece”, concluyó Saiz. Sin protocolos claros ni coordinación entre administraciones, temen que casos como el de Alicia sigan siendo una trágica constante.

Hoy por Hoy Bilbao-Bizkaia