Decenas de personas se concentran en Arrigorriaga para condenar el ataque a un comerciante chino de la localidad
Sigue la investigación para localizar y detener a los autores de la paliza al dependiente de una tienda del centro del pueblo
Vecinas y vecinos de Arrigorriaga se han concentrado este domingo para condenar los hechos ocurridos el pasado viernes en el municipio. Una paliza grupal a un dependiente asiático del pueblo, que se investiga como delito de odio, lo hirió de gravedad y tuvo que ser trasladado al hospital. Actualmente se encuentra en casa a la espera de ser operado de la muñeca y el codo derechos, quizás también del tobillo. La agresión, de la que formaron parte al menos tres agresores, se dio por un grupo de hasta ocho personas que "solían frecuentar el local del hombre para molestar, tirar huevos o plásticos ardiendo al interior de la tienda", según la familia de la víctima.
Pasadas las nueve y media de la noche la Ertzaintza recibió el aviso de una paliza en Arrigorriaga a un hombre en un establecimiento comercial, concretamente en una tienda de chuches frente a la plaza Juan XXIII. La víctima, el dependiente de un local asiático, sufrió heridas de gravedad, tuvo que ser atendido por los servicios de emergencia. El principal autor de la agresión, un joven de 20 años, se entregó poco después en dependencias policiales, donde fue arrestado acusado de un delito de lesiones y pasó posteriormente a disposición judicial investigado por un delito de odio.
Según ha informado el departamento vasco de Seguridad, pasadas las nueve y media de la noche la Policía Municipal se desplazó hasta el lugar, donde localizaron a la víctima con lesiones por todo el cuerpo. Fueron ellos quienes averiguaron que la agresión se dio por parte de, al menos, tres personas, hecho que confirman las cámaras de seguridad del local. Ahora, la Ertzaintza mantiene abierta una investigación por delito de odio a los autores de la agresión, aunque por el momento no ha conseguido localizar a los otros dos agresores.
Patadas por todo el cuerpo
Jóvenes de en torno a los veinte años que en el pueblo mucha gente conoce. Afirman vecinas que "suelen crear problemas", que "suelen ir a la tienda a molestar a los dueños, les dan menos dinero del que deben pagar, revuelven todo....". La agresión se dio el viernes cuando, cansado, el dueño del local (la víctima) les instó a que abandonaran la tienda y le dejaran tranquilo. Fue en ese momento cuando, en el umbral de la puerta de entrada, le propinaron "golpes, lo tiraron al suelo y le dieron patadas por todo el cuerpo", cuenta una de sus hijas. La víctima "no se puede mover, le tenemos que ayudar para todo porque tiene escayola en el brazo y en la pierna. El ojo también lo tiene muy mal", continúa.