Churros por chorros. La plaza María Sarmiento —conocida también como la plaza de El Corte Inglés— ha estrenado nueva imagen esta semana tras la reforma llevada a cabo en los últimos meses. Y a la churrería y el tiovivo que tradicionalmente ocupaban la plaza le han sustituido una serie de fuentes ornamentales que, al estilo de las de la Plaza de la Virgen Blanca, lanzan el agua directamente al asfalto a través de unos chorros de agua. La consecuencia en las primeras horas de estreno de estas nuevas fuentes es que una parte nada desdeñable de la plaza se ha llenado de charcos. «Ya verás cuando hiele», era uno de los comentarios más escuchados este martes por la tarde-noche en la plaza apenas 24 horas después de activarse las fuentes que provocan que el agua vaya extendiéndose por el firme, más allá de los puntos en los que están colocados los chorros. La presencia de las fuentes provoca una consecuencia añadida. El Ayuntamiento argumentó que retiraba la churrería y el tiovivo de esa plaza porque ocupaban espacio e impedían que la ciudadanía pudiera aprovechar el espacio en su integridad. Las nueves fuentes producen el mismo efecto e inhiben que se use la parte central de la plaza como un lugar de encuentro. Las obras de la plaza de María Sarmiento no sólo han estrenado esas fuentes, también han mejorado de forma considerable el nuevo mobiliario urbano y el acceso al transporte publico, y se ha creado un nuevo parterre con vegetación. «Una plaza más atractiva que se convierte en un nuevo punto de encuentro y de ocio para la ciudadanía», dijo el lunes la alcaldesa Maider Etxebarria durante la inauguración. «Será un espacio más para regenerar el centro e impulsar el comercio», añadió la concejala de Espacio Público, Beatriz Artolazabal. La obra ha costado casi 764.000 euros y ha contado con financiación de los fondos Next Generation.