El fútbol masculino y la homosexualidad: el impacto de la masculinidad tóxica en los vestuarios
El festival Thinking Football, organizado por el Athletic, aborda todo tipo de temáticas sociales empleando el fútbol como argumento
¿Por qué el fútbol masculino es incapaz de normalizar la homosexualidad? "Los vestuarios son espacios de masculinidad muy tóxica e hipersexualizados"
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Bilbao
El festival Thinking Football ha estrenado este lunes su duodécima edición. Por delante, una larga semana de proyecciones en la Sala BBK de Gran Vía que ofrecerán a los espectadores grandes historias que emplean el fútbol como una excusa para hablar de otros asuntos. Un ejemplo perfecto de ello es The last taboo (El último tabú), documental de firma alemana que ha estrenado la presente edición del festival y que aborda lo que, a juicio de su autor, es el último gran tabú presente en el fútbol profesional masculino: la homosexualidad.
El documental pone nombre propio a quienes han vivido en primera persona esa combinación, homosexualidad y práctica del fútbol, que en España todavía sigue sin haberse normalizado. Ante la cámara desfilan Marcus Urban, Collin Martin, Matt Morton, Justin Fashanu o Thomas Hitzlsperger, quien fue nombrado embajador del 125 Aniversario del Athletic Club por su lucha en favor de un fútbol más diverso, justo y tolerante. "El productor me decía hoy que el Athletic es el único club que se ha abierto completamente a este documental", confiesa Reguera en Radio Bilbao.
Un Athletic pionero
"Que el Athletic esté organizando la proyección de una película que denuncia una situación tan antinatural como que en el fútbol masculino siga sin haber libertad para que las personas sean libres de amar a quien quieran me parece muy importante. Este es un club muy tradicional, pero, cuando agarra un balón, lo coge bien. Yo estoy muy orgulloso de mi club", recalca.
A su juicio, la labor de este tipo de producciones es fundamental, aunque el objetivo último a veces se confunda: "Lo primero, cada uno es libre de hacer pública o no su orientación sexual. No se dice que tengan que hacerlo las personas gays, sino que puedan hacerlo, que es muy diferente. Si hoy sale a la calle un futbolista del Athletic con su novio, mañana será noticia. Y eso es lo que hay que evitar. Lo que tenemos que conseguir es que cualquier futbolista pueda vivir con su pareja libremente. Ese es el objetivo máximo", apunta.
¿Por qué pervive el tabú?
Así como la lucha contra el racismo o hablar de la salud mental de los deportistas han conseguido hacerse un hueco en el fútbol masculino, el tabú de la homosexualidad pervive. Para Reguera, los motivos son varios. "Primero está el precedente de Justin Fashanu, que terminó suicidándose. Es un caso muy duro y ha sido una losa durante muchos años. Él lo pasa muy mal. Fue acusado de una falsa violación, su hermano le dio la espalda, ahí estuvo también el papel de los tabloides ingleses, que es otro ingrediente", señala.
"También influye que siempre estamos llamando a un lobo que nunca va a aparecer. Cuando haya un futbolista de Primera División que salga a decir que es gay no va a pasar nada, como no ha pasado con jugadores de otros países. Probablemente, la comunidad futbolística le ofrecerá todo su apoyo y será una persona feliz", pronostica con optimismo.
El ambiente del vestuario
No obstante, reconoce Reguera que el entorno del fútbol sigue siendo muy agresivo con quienes no cumplen con la heteronormatividad. "Es cierto que si tú tienes 16 o 17 años, estás descubriendo tu sexualidad y crees que puedes ser gay, muchas veces los clubes son muy hostiles. Los vestuarios son espacios de masculinidad muy tóxica, hipersexualizados y hay en ellos mucho tópico".
Algo que Reguera explica con un símil acerca de los coches que conducen la mayoría de futbolistas de élite: "Yo suelo preguntar por qué los futbolistas son tan horteras con los coches, por qué se los compran tan grandes. Y un jugador me lo dijo una vez, que lo hacen porque el vestuario manda. Tú llegas a un sitio y quieres tener un coche más grande que el anterior. Es una cadena absurda. Y con el tema de la homosexualidad pasa lo mismo. Cuando salga uno, habrá cinco o seis más seguro", finaliza.