Osakidetza llevará a cabo un programa piloto para reducir el consumo de tabaco entre población psiquiátrica

Las personas con enfermedad mental que fuman son el doble que las que lo hacen en población general. "En algunas patologías más graves, incluso, se llega al 80% de fumadores", explica Edorta Elizagarate, jefe de psiquiatría de Salud Mental de Álava. Por eso, desde Osakidetza y Bioaraba, se quiere llevar a cabo a partir de septiembre un proyecto piloto para que personas con algún tipo de trastorno psiquiátrico puedan dejar de fumar. Para ello, además de la acompañamiento a través de consejo individual o grupal que se ofrece desde Osakidetza, se va a utilizar una aplicación de móvil, 'Vive sin tabaco', que ya ha dado buenos resultados en su aplicación en población general.

Mensajes motivacioles

"Un 24% de las personas que utilizaron la APP dejó de fumar frente a un 12% que lo hizo con consejo individual", nos cuenta Antxon Apiñaniz, médico de atención primaria y del grupo de investigación en Atención primaria Bioaraba. Estos datos son resultados de un estudio realizado a un grupo de personas que han utilizado la APP, además del acompañamiento sanitario, para dejar de fumar. La aplicación ofrece a los usuarios la posibilidad de saber los días que llevan sin fumar, el ahorro que está suponiendo o la salud que están ganado, aunque, lo más significativo son los mensajes motivacionales que quienes lo usan reciben a través de sus teléfonos. "Hablamos de tratamientos conductuales, no farmacológicos, que están pensados para cambiar los hábitos, que no es fácil", señala Naiara Parraza, técnica de investigación de Osakidetza. Por esta razón, además de recoger los datos de quienes dejaron de fumar en un primer momento, se ha estudiado quien permanecía sin fumar pasados doce meses. Ahí la cifra baja del 24% inicial al 14%.

Proyecto piloto

Vista la efectividad de la APP como pieza fundamental entre las diferentes herramientas que Osakidetza pone a disposición de la población que quiere dejar el hábito, ahora, se quiere probar su efectividad entre las personas que tienen algún tipo de enfermedad mental y entre quienes la prevalencia de tabaquismo es más alta que en la población en general. Si el porcentaje de población fumadora general es de 33 %, la cifra se dobla en la población con enfermedad. "Queremos ponerlo en marcha con unas 50 personas", nos cuenta Elizagarate, jefe de psiquiatría de Salud Mental de Álava. "Este estudio, además, va a ser diferente, ya que no es un ensayo clínico al uso: lo vamos a abordar desde una perspectiva más amplias y no se excluye a personas que tengan otras adicciones", nos cuenta Parraza. De hecho, según Elizagarate, "se ha visto que cuando baja el consumo de tabaco, mejoran otras adicciones". Además de observarse que cuando disminuye el consumo de tabaco, bajan otro tipo de consumos, se ha observado también baja la dosis de psicofármacos que se consumen. Por último, en el estudio se va a evaluar cuáles son las circunstancias por las que se da un fracaso. "Nos gustan ver que factores predictores hay en el fracaso", señala Parraza. En septiembre se quiere poner en marcha el proyecto piloto.