"Cuando se va a Francia a jugar se da cuenta de que, lo que pensaba que era un buen nivel de físico, no era nada": el 'shock' de Irene Paredes cuando cambió el Athletic por el PSG

Bilbao

El pasado verano, Bizkaia consiguió colocar a una de las suyas entre las 23 mejores jugadoras de fútbol del mundo. Oihane Hernández, que acababa de abandonar el Athletic para fichar por el Real Madrid, se convirtió en campeona del Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Su localidad natal, Sopela, le homenajeó como merecía cuando regresó, con la medalla de oro colgada del cuello. Ahora, su historia, como las del resto de sus compañeras, forma parte del libro Campeonas. 23 mujeres que hicieron historia, escrito por la periodista deportiva de RTVE Sara Gutiérrez Alcaraz.

"Las historias están hechas a partir de su recorrido, de lo que me cuentan y también de lo que yo fui descubriendo de ellas durante el Mundial y la Eurocopa anterior", cuenta en Radio Bilbao. A la venta desde este miércoles, 29 de mayo, es una recopilación de las biografías deportivas de las componentes de una selección que hizo historia. Una selección que superó muchos más obstáculos fuera que dentro del campo en su recorrido hacia la victoria. Una selección a la que le faltaron componentes -el castigo al grupo de 'Las 15' que no a todas se les levantó a la vez.

Irene Paredes

Entre las veteranas hay otra exrojiblanca. Irene Paredes es el alma del vestuario de la selección. En el libro, Sara relata cómo fueron sus inicios en el deporte. No fue en el fútbol, sino en el atletismo, hasta que, a los 14 años, cambio la jabalina por el balón. Poco después aterrizó en Lezama, donde debutó en la Superliga de España con el Athletic. Aquí fue campeona por primera vez, aunque de una competición que todavía no era profesional.

De Bilbao se fue a París, fichó por el PSG. "Cuando ella se va a Francia a jugar se dio cuenta de que, lo que pensaba que era un buen nivel de físico, no era nada comparado con lo que se encontró allí. Por eso, el de ella es uno de los casos que me gusta destacar porque con las veteranas es donde mejor se ve ese cambio", relata Sara.

Oihane Hernández

Y en el caso de Oihane Hernández, se repite la definición que sobre ella dan todas sus compañeras, quienes la conocen y han compartido vestuario y tiempo libre. "Es un encanto de persona. Es tan dulce que te atrapa te cuente lo que te cuente", dice la periodista. Y prosigue: "A nivel deportivo es un ejemplo. Ella, como otras jugadoras, tenía asumido que tenía un rol secundario en el Mundial, pero dio el máximo para buscar una oportunidad. Y desde luego le funcionó. Tuvo minutos, los jugó muy bien y disfrutó de la recompensa de haber participado del Mundial".

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Un relato de lucha

Hablamos de un triunfo colectivo que solo se explica si conocemos el pasado de estas mujeres. Desde que eran unas niñas que soñaban en practicar un deporte que ni socialmente ni estructuralmente estaba pensado ni diseñado para ellas, hasta convertirse en lo que son hoy, un referente de valores universales. Cuando uno lee sus vidas entiende por qué una de las señas de identidad de esta selección es la unidad, a pesar de cada una tiene su propia manera de ser o de pensar, condicionada en muchos casos por sus orígenes sociales, geográficos o culturales.

Sus experiencias comunes son enormes, todas tuvieron que imponerse en un mundo que en principio les decía que no, que este no era su sitio. Lo hicieron a base de duro trabajo, de no dejarse pisar por nadie y de no aceptar un 'no' por respuesta. Todas esas situaciones les hacen formar una hermandad indestructible. Hay que destacar otro aspecto que se repite en cada una de las historias de superación de estas 23 leonas. Son sus familias, también protagonistas de este libro, que siempre estuvieron junto a ellas.