URA alertó en 2018 sobre la cantera de Nanclares: “Importante afección al funcionamiento del acuífero de Subijana”

Vitoria-Gasteiz

La Agencia Vasca del Agua URA, dependiente del Gobierno vasco, advirtió en 2018 de las consecuencias de la rotura de una cueva en la cantera de Nanclares ubicada sobre el acuífero de Subijana, la mayor reserva estratégica de agua subterránea de Euskadi para abastecimiento a la población en caso de necesitarse en el futuro, y que en la actualidad abastece a Iruña de Oca . El incidente sobre el que hubo conocimiento por parte de la administración en 2016 no había trascendido públicamente hasta este martes cuando fue publicado por la Cadena SER. Según URA, la calidad del agua del acuífero no ha empeorado.

La rotura de la cueva ha provocado que la actividad industrial de la mina —dedicada a la extracción de arena para hormigón— haya quedado directamente conectada con el acuífero de Subijana a través de tres agujeros en la base de la cantera por los que salen millones de litros de agua cuando en épocas de lluvias intensas sube el nivel freático del acuífero. La última vez que se produjo un episodio de estas características fue en febrero de este 2024, según las imágenes y vídeos que está publicando la Cadena SER. La base de la cantera es como una bañera que se llena con el agua del acuífero cuando sube el nivel freático y a los días regresa filtrada al acuífero con todo lo que se haya llevado de la cantera. En este último episodio de febrero se acumularon cerca de 140.000 metros cúbicos (140 millones de litros) de agua, según los cálculos realizados por un técnico de topografía consultado por la Ser.

Un informe de URA al que ha tenido acceso la Cadena SER, relata un episodio similar entre el 9 y el 12 de abril de 2018. Las cifras son parecidas: 147.000 metros cúbicos acumulados. La Agencia Vasca del Agua señala que, durante este episodio, la base de la cantera produjo “una importante afección al funcionamiento hidrodinámico del acuífero”. “Las intensas lluvias de abril han puesto en evidencia la interacción entre la explotación y el funcionamiento hidrodinámico del acuífero”, dice URA. Según URA, existe "conexión hidráulica directa en un medio de vulnerabilidad alta". La consejera de Desarrollo Económico, Arantza Tapia, había señalado este martes que este tipo de episodios “no tiene relación directa con el acuífero”. La empresa propietaria de la cantera Heidelberg Materials encargó un informe que concluye que “la destrucción parcial de la cavidad no supone ningún tipo de riesgo”. “El funcionamiento hidrodinámico del acuífero de Subijana permanecería invariable”, dice el estudio elaborado por la firma Inproobras para la empresa de la cantera.

Sin embargo, URA cuestiona las conclusiones de ese informe y de otra documentación que la empresa presentó durante la tramitación la pasada década de una ampliación de la superficie de la cantera en 28 hectáreas . Esa ampliación no salió adelante. La propia URA mostró su oposición a darle la autorización por los riesgos que suponía para el acuífero de Subijana. Todo eso está recogido en un informe que la dirección de Planificación y Obras de la Agencia Vasca del Agua emitió en mayo de 2018 durante la evaluación de impacto ambiental de esa fallida ampliación. Pero el informe iba más allá y hablaba de lo que había ocurrido en la base de la cantera con la rotura de las cavidades que habían dejado al descubierto —todavía hoy lo están— la conexión con el acuífero de Subijana y de los riesgos que eso podía suponer.

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URA, por ejemplo, contradice los cálculos sobre el nivel freático del acuífero que había realizado la empresa en su documentación. Según esos cálculos de la cantera, “el nivel freático se encuentra como poco por debajo de los 500 metros sobre el nivel del mar y no se ha alcanzado dicho nivel en ningún momento”. URA rechaza esta afirmación y pone como ejemplo, con datos y fotografías, la inundación de la cantera en abril de 2018, cuando el agua alcanzó unos 6 metros de altura sobre la base de la cantera que está a 500 metros de altitud. “Es previsible que, al menos, durante las crecidas, el nivel freático se sitúe por encima de la cota de 500 metros”.

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URA reclamó medidas

Respecto a la base de la cantera, el informe señalaba que “es preciso que se garantice que no vuelve a producirse un episodio como el del 9 al 12 de abril de 2018, siendo necesario que se recupere la conexión con el karst de las galerías interceptadas y que se adopten las medidas necesarias para elevar la actual plaza de la cantera mediante rellenos con material inocuo y no contaminante”. Las galerías interceptadas son las cavidades por las que sale el agua del acuífero. Episodios como el de abril de 2018 se han repetido. El último, como hemos comentado, este pasado mes de febrero. URA señala además que si se rompen nuevas cavidades, “es preciso que sean conectados con el karst”, sin permitir que el agua salga a la plaza de la cantera.

En el informe, URA mostraba su preocupación por los riesgos que se pueden producir en “el funcionamiento del acuífero y una posible contaminación de las aguas subterráneas como consecuencia de derrames o accidentes ocasionales”. Una afección que “se produciría en particular sobre los puntos de descarga (manantiales de Nanclares) y sobre los pozos de abastecimiento existentes”. La propietaria de la cantera, por su parte, asume que puede haber riesgos pero señala que la “incidencia de dichos vertidos debe considerarse muy escasa dada la dificultad de que se produzcan y la reducida cuantía si se diera el caso”.

URA insiste: “Un simple accidente o uso inadecuado de las sustancias consideradas, podría alcanzar el recurso hídrico condicionando en diferente grado el uso del mismo, tanto actual (abastecimiento gestionado por el Consorcio de Iruña de Oca) como futuro (reserva de recurso estratégico)”. “Hay que tener en cuenta que se trata de un medio cuya capacidad de remediación frente a la contaminación debe considerarse baja a muy baja, a pesar de los importantes volúmenes de descarga”, explica URA. “Es necesario realizar un estudio geológico e hidrogeológico para validar posibles soluciones y actuaciones de remediación que se propongan en los distintos escenarios de contaminación”.

Más medidas. URA considera necesario que se dote de un sistema de control del agua con “lecturas en continuo, incluyendo PH y conductividad, dando traslado de dichas lecturas a las administraciones hidráulicas”. La Agencia Vasca del Agua apunta también que la cantera “debería disponer de un drenaje separativo” de las aguas para mitigar los efectos de un posible caso de contaminación.

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Una reserva estratégica

URA señala que la explotación minera se localiza “en una zona muy vulnerable”, sobre calizas de muy alta permeabilidad sobre el acuífero de Subijana. El acuífero de Subijana es una “reserva estratégica de recursos hídricos, en particular la subunidad Nanclares-Langraitz, hay que insistir en que dicha reserva está considerada la más importante de la comunidad autónoma tanto por el volumen de recursos disponibles como por su relativa facil conexión al sistema de abastecimiento de Vitoria-Gasteiz, en particular, y al Sistema de Explotación Zadorra, el cuál abastece a más de la mitad de la población de la CAPV. Su papel es especialmente estratégico en situaciones de sequía como las sucedidas en el periodo 1989-1990 u otras posteriores de menor intensidad”.

“Lo anterior motivó la realización en los años 90 de una importante infraestructura de pozos subterráneos, así como la construcción de las conducciones de conexión al sistema de abastecimiento del Zadorra”. Esta masa de agua de las calizas de Subijana se considera “zona reservada para uso prioritario de abastecimiento a la población futuro”.