El rastro de la fiesta de la Gabarra: los operarios de limpieza no dan a basto con la tarea de limpiar las calles de Bilbao

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Es su particular 'gabarra'. A pesar de todo, hablar con ellos para darles ánimos por la tarea que les toca ahora es de ser agradecidos. Ellos sonríen. La basura, los kilos y kilos de vasos, botellas, bolsas, que dejan el rastro de la celebración se recogen, aunque cueste creerlo, de otra manera después de lo vivido ayer.

Pero hay que recogerlo. No queda otra. La ciudad ha despertado con una imagen que dista mucho de la vivida ayer. La noche se alargó, incluso la mañana y eso tiene sus consecuencias en forma de suciedad. Es mucho lo que hay que recoger pero poco a poco lo van consiguiendo. Aunque, no cabe duda, de que muchos paseantes, ya con su chaqueta y corbata, con sus conjuntos de trabajo o de la mano de los pequeños llevándoles al 'cole' miraban al suelo y hacían un gesto de preocupación al ver tanta suciedad tanto incivismo por parte de algunos.

Es mucho espacio el que hay que abarcar y no se da a basto. No es Aste Nagusia que, al menso, la zona está acotada. La celebración del título del Athletic ha sido por toda la ciudad, desde el Arenal hasta San Mamés y la fiesta nocturna de los miles de aficionados que siguieron celebrándolo de madrugada aún se desperdigó más por la villa.

A pesar de todo, hoy nadie tiene motivos por la queja. Es comprensible que todas las calles no estén expeditas a las 7 u 8 de la mañana cuando uno sale del portal.