Ariñez, Crispijana, Lermanda y Margarita se unen contra los problemas de olores, contaminación y tráfico en Júndiz

Vitoria-Gasteiz

Las Juntas Administrativas de Lermanda, Margarita, Ariñez y Crispijana ya no pueden más, ante la situación que están viviendo a diario a las puertas de sus casas. Han levantado la voz de alarma en lo que ellos han calificado como una situación insostenible para seguir viviendo en sus pueblos, arrinconados por el polígono industrial de Júndiz, y es que "parece que se le da más importancia a un pájaro que se llama avión zapador, y vive en las orillas del Zadorra, que a las personas que vivimos en los pueblos de alrededor del polígono industrial, y nos encontramos en una situación de mucho agobio, porque por ejemplo en el caso de Margarito sólo tenemos los 300 metros que mide el pueblo para poder pasear", explica Arturo López de Sabando, portavoz de la Junta Administrativa de Margarita.

Fernando Alda Ruiz de Apodaca, Lermanda, Jorge Gil, Crispijana, Arturo López de Sabando, Margarita y Zaira Vargas, Ariñez coinciden en la necesidad de parar y poner soluciones, ya que "cada vez tenemos menos voz porque nos están quitando las tierras que quedan vacías, y pertenecen al municipio, para cambiar el uso del suelo a uso industrial, y que así se sigan implantando las empresas", todo ello cambio del plan general de ordenación urbana mediante. López de Sabando pide a las instituciones que "para poder sobrevivir a estas situaciones devuelvan riqueza al pueblo, porque el suelo es limitado y estamos totalmente cercados".

A este problema de 'acoso' por parte de las industrias, que ya están a las puertas de las casas, se unen otros muchos como son la insalubridad que generan los camioneros con sus vertidos de orines y heces, "ya que no hay en todo el polígono industrial servicios en los que puedan hacer sus necesidades". Además de los problemas que se dan a la hora de dejar las cabezas de los camiones o los remolques aparcadas en las veredas o dentro de los pueblos, generando problemas de acceso para los vecinos y vecinas, lo que genera además situaciones complicadas con los propios camioneros, ya que "no les podemos decir nada, porque además se enfrentan y podemos llegar a tener un problema importante", ha indicado Jorge Gil, primer vocal de la Junta Administrativa de Crispijana.

Peligro con el tráfico y el 'rotondeo'

Este no es el único problema al que se enfrentan los pueblos de Crispijana, Ariñez, Lermanda y Margarita, sino que los olores que llegan desde la planta de residuos es "irrespirable sobre todo los fines de semana cuando el polígono está inactivo, y que se extiende a todos los pueblos", ha indicado Fernando Alda Ruiz de Apodaca, presidente de la Junta Administrativa de Lermanda.

Además, a todo esto hay que sumar la contaminación lumínica de las fábricas, almacenes y gasolineras, que prácticamente hacen que "las 24 horas haya luz, lo que hace imposible descansar si no es con las persianas bajadas", ha explicado López de Sabando, que también aludía a una cada vez mayor contaminación acústica con la llegada de los camiones nocturnos y la futura implantación del Tren de Alta Velocidad.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Donde han querido poner especial importancia las cuatro Juntas Administrativas es en los problemas de tráfico e inseguridad que se sigue dando el polígono industrial de Júndiz donde "sigue habiendo 'carreras ilegales' y siguen estando allí desde el jueves o viernes por la tarde hasta el domingo, a pesar del accidente que hubo hace meses no se ha hecho ni se ha solucionado nada, ya que cuando se cansan de hacer ochos se pasan al rotondeo", ha explicado Jorge Gil, primer vocal de la Junta Administrativa de Crispijana.