Araceli, su padre desapareció hace un año: "Las personas mayores importan igual que cualquier menor"

Bilbao

Jesús Oribe salió a caminar un 19 de octubre de su casa en Trapagarán. Era 2022. "Tenía la costumbre de andar mucho, ha contado su hija Araceli en A vivir que son dos días Euskadi. Camina hasta 25 kilómetros al día". Hablamos en presente con ella. "Aún sí, matiza, aún sí". Se fue con 82 años. Ese día, no pasó a recoger a los nietos. Realizó una llamada a una de ellas. "El aitite está muy raro, ama", le comentó a su madre. Pasaron las horas, pero Jesús no aparecía.

Como la de Jesús, en 2023 se comunicaron en Euskadi 4.900 desapariciones y se interpusieron 1.300 denuncias. La mayoría de ellas, el 97%, se resuelve. Sin embargo, hay un 3% del que nada se sabe. La última vez que se le vio a Jesús estaba en la gasolinera de Ballonti. Gracias a las cámaras de seguridad, pudieron captar su imagen. Aquello hizo que, al considerarse zona urbana, se le dejara de buscar por el monte.

"Las desapariciones urbanas representan el 14% del total", advierte Ander López de Abechuco en su último libro titulado Fundamentos para la búsqueda terrestre de personas desaparecidas. Voluntario de Cruz Roja desde el año 2001, comenzó en el departamento de Socorros y Emergencias, y ha recorrido España impartiendo formación. Especializado en temas de Protección Civil y búsqueda de personas perdidas-desaparecidas, recoge de manera muy bien documentada las técnicas y conocimientos para participar en una búsqueda. Sostiene que, para empezar, es muy importante definir qué es una desaparición, y realiza una clasificación exhaustiva de los perfiles de las personas desaparecidas. Subraya la importancia de primar la seguridad en cualquier operativo.

Una metodología adecuada

Pionero en el mundo de la búsqueda de personas desaparecidas, "fue la primera en dar los pasos iniciales que terminaron con el descubrimiento de la existencia de una metodología internacional de búsqueda y salvamento terrestre basada en estándares mundiales de planificación y gestión, que llevaba décadas aplicándose con éxito en otros países de referencia como Canadá, EEUU o Reino Unido". En toda búsqueda, explica López de Abechuco, "para maximizar nuestras probabilidades de éxito, la aplicación de una adecuada metodología, objetivos, estrategias, tácticas y técnicas resultan de vital importancia para la supervivencia del desparecido".

La búsqueda, una emergencia

La familia de Araceli dio parte de la desaparición de su padre enseguida. Sin embargo, según cuenta ella misma, la Ertzaintza no comenzó a buscarlo pasadas 24 horas. "Además, tuvimos la mala suerte de que coincidió con el robo de un bebé en el Hospital de Basurto", advierte, y se queja de que prioricen la búsqueda de menores. La última vez que lo vieron fue a través de una cámara de seguridad en una gasolinera de Ballonti. "Por eso, al considerarse una búsqueda urbana, han dejado de buscarlo por el monte", lamenta. Ese tipo de búsquedas representa el 14% del total, el resto, se realiza en el monte. Para Ander López de Abechuco, es fundamental contar con unas condiciones mínimas de búsqueda, atender siempre los aspectos legales, ayudar pero no entorpecer a los profesionales, y diseñar un plan y un protocolo de búsqueda. Lo primero, advierte, que se debe hacer siempre es llamar al 112.