Barakaldo obliga a "compensar" cada árbol talado por más ejemplares

En los últimos tiempos la sociedad civil se ha organizado y levantado para defender sus árboles. Unas protestas que en algunos casos han llegado hasta los juzgados. Es el caso de la tala "indiscriminada", según Ekologistak Martxan, de la avenida de Serralta, en Lutxana en septiembre de 2022. La semana que viene habrá un juicio contra un activista "por provocar daños en una motosierra", también está acusado un trabajador de la empresa. El colectivo medioambientalista pide el sobreseimiento de este caso. "Defender el árbol no es delito", argumenta su portavoz Javi Vázquez, "es defender la vida y el futuro de las próximas generaciones".

En 'Hoy por Hoy Bilbao Bizkaia' hemos profundizado en el despertar de esta conciencia medioambiental que percibe Ibone Amezaga, coordinadora de la Cátedra Unesco de la UPV/EHU en el área de Desarrollo Sostenible y Medioambiental. "Tras la pandemia la gente se dio cuenta de que necesita tener cerca naturaleza", también en el entorno urbano. Y considera que se ha empezado a "mirar con más respeto" las funciones que tiene el arbolado en un contexto de crisis climática. Por eso, insta a dar marcha atrás en la "artificialización del suelo" para que "el medio urbano sea más idóneo con las personas".

Ordenanza de protección del arbolado

Nos hemos detenido en la pionera ordenanza de protección del arbolado urbano de la que se ha dotado Barakaldo. La concejal de Desarrollo Sostenible y Medio Natural, Alba Delgado, ha coincidido en que la sociedad está interiorizando "que un árbol es un elemento a preservar y cuidar". En la localidad fabril tiene una estimación de 17.000 árboles, que no alcanza la recomendación de la OMS de uno por cada tres habitantes; pero Delgado sostiene que sí hay un cambio de percepción, "tenemos que compensar ese déficit pero lo importante es que hemos pasado del paisajismo a entender que es algo más, y debemos planificarlo bien".

Es normativa, en concreto, regula cómo proceder cuando se tenga que eliminar un árbol. "Cada vez que se apea un árbol, se saca desde la raíz, es obligado pedir permiso para hacerlo y hemos tenido casos incluso de instituciones que han cortado árboles y estamos en un proceso de investigación para depurar responsabilidades y sancionarles", en función de las multas que recoge esa ordenanza. Una obligación que atañe al ámbito urbano público y privado. Según Delgado una unidad puede suponer desde los 300 euros en adelante. En paralelo están trabajando un blindaje más exigente para los ejemplares "singulares", donde las infracciones se pagarán más caro.

Otra de las medidas que ha destacado la concejal es que se va a licitar el Plan director de infraestructuras verdes, enfocado en dotar de mayor diversidad y generar ecosistemas urbanos. "Tenemos que integrar la naturaleza para bajar la temperatura o mejorar la calidad del aire", entre otros beneficios.

En Bilbao, tras la controvertida tala de Lehendakari Agirre en Deusto, se ha reforzado el movimiento vecinal que ahora se ha asociado como Hiri Berdeak. Reclaman que los árboles sean "tratados como seres vivos con sus propios derechos", porque en Bilbao la legislación los califica como mobiliario urbano. Silvia Rodrigo también ha reclamado más presupuesto en jardinería "porque se está devaluando año tras año", formación específica para los operarios "para evitar podas abusivas de olmos". Advierten de que van a "vigilar" los trasplantes que se van a hacer en las obras de reurbanización de la plaza del Ensanche, "hemos solicitado un seguimiento, conocer la ubicación exacta y cómo están siendo tratados" esos ejemplares. A nivel de Euskadi están en contacto con una veintena de asociaciones para promover una ley vasca de protección del arbolado urbano.