"El conflicto en la familia es el disparador de la adicción a los móviles entre los adolescentes". ¿Qué más señales de alerta hay?
La Fundación Gizakia ha tenido que incrementar el programa con el que el año pasado se atendió a 150 chicas y chicos enganchados a los móviles y las redes sociales
La fundación Gizakia ha tenido que incrementar el programa con el que el año pasado se atendió a 150 chicas y chicos enganchados a los móviles y las redes sociales
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"No podemos entregar un dispositivo sin antes asegurarnos de que va a hacer un uso responsable, es como entregar las llaves de casa". Antes de la pandemia empezaron a percibir los primeros signos de alerta y el problema no ha hecho más que empeorar. "Si hace 25 años venían con unos 15 años, ahora la edad ha bajado hasta los 12, o incluso menores", ha advertido el director gerente de la fundación Gizakia, Ignacio Palacio, entrevistado en 'Hoy por Hoy Bilbao Bizkaia'.
La entidad sin ánimo de lucro está especializada en la atención a las adicciones, de todo tipo y con perfiles variopintos. El abordaje es integral: desde la intervención de calle, la sala de consumo, un centro de día, comunidades terapéuticas o grupos para tratar los problemas de juego o nuevas tecnologías. Se les acompaña en todo el itinerario, hasta que consiguen su reinserción. Porque el estigma, lamentan, persiste.
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El año pasado intervino con 1700 personas, lo que supuso un incremento del 23% respecto a un año antes. Admiten que trabajan desbordados, con listas de espera en todos los recursos. "Es un problema, porque quienes dan el paso, deciden ponerse en tratamiento, si le decimos que tiene que esperar una o dos semanas, corremos el riesgo de que pierda esa motivación, es como una gran roca que les cae encima", ilustran. El estigma social persiste. "Cuando una persona admite su adicción el entorno se retrae, sigue asociándose a algo negativo y hay quien todavía piensa que se lo ha buscado", algo que no es así, subraya Palacio. "Quizá ha buscado consumir esa sustancia, el problema surge cuando pierde la capacidad de decidir".
Respecto a la atención a adolescentes y jóvenes enganchados a las redes sociales, Erdoitza Unanue, responsable de programas de Gizakia, ha señalado que su premisa por "acompañar en un uso responsable de los dispositivos digitales. Es importante enseñar a utilizarlos", remarca. No es una cuestión de edad, sino que depende del proceso madurativo, y de saber poner límites. Parte de la responsabilidad también recae en los adultos. "Lo primero debe ser una toma de conciencia por parte de los adultos, porque a veces ellos mismos les exponen a las redes y a un uso inadecuado".
¿Cómo detectar la adicción al móvil?
Una adicción que afecta indistintamente de chicas y chicos. ¿Cómo detectarlo? "El disparador es el conflicto en la familia. Cuando surge una agresividad no sabemos cómo reconducir". En las chicas otra de las señales de alerta que han contrastado es que da lugar a relaciones tóxicas. A partir de los 16 años también entran en juego "atracones de alcohol o consumo de cannabis".
Esta última sustancia mantiene en alerta a la entidad. La edad de consumo de todas las drogas ha ido bajando, pero les preocupa el consumo de cannabis "es motivo de consulta en el área de adolescentes, en algunos casos es diario". Según Unanue "la percepción del riesgo ha caído muchísimo. Tenemos una sociedad permisiva". Un consumo excesivo que se puede llegar a revertir, "pero la patología se queda para toda la vida", subraya Palacio.
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