Los centros de formación aplauden las medidas de Lanbide para que los migrantes irregulares puedan formarse, pero las ven insuficientes

Vitoria-Gasteiz

Las personas extranjeras en situación irregular se quedaron en enero sin la posibilidad de hacer prácticas y, por lo tanto, de terminar sus estudios. Todo por u cambio normativo que tiene un buen fin pero que ha provocado un daño colateral muy importante. Hablamos de la nueva normativa por las que las práctias cotizan a la Seguridad Social que ha provocado que las personas extranjeras en situación irregular se han quedado sin poder acceder a la formación que tiene prácticas, sobre todo para cursar los certificados de profesionalidad que son títulos oficiales que permiten, además de tener una formación a muchas personas migrantes que acaban de llegar, solicitar el arraigo por formación: una vía para poder regularizar su situación.

Esta situación- según Lanbide- ha afectado a 1224 personas. "Hemos tenido que suspender 31 prácticas que teníamos programadas", nos cuenta Rufi Sánchez, del Instituto Europa. Como en el Instituto Europa, en centros como Egibide o Caritas también se han encontrado con la situación de tener que frenar la formación de las personas que están en situación irregular.

Medidas excepcionales

Lanbide ha intentado solucionar la afección a través de dos medidas: por una parte- como medida general- se amplía el plazo para realizar prácticas a personas que estén en un trámite de autorización de residencia. "De este modo se da tiempo a las personas que estén en esta situación para que puedan regularizar su situación", nos cuenta Paco Pedraza, director de Lanbide. Por otro lado, se va a posibilitar que se puedan hacer prácticas en el propio centro. "El hecho de realizar prácticas en los centros es una solución pero en algunos casos va a ser complicado de articular y aunque seamos capaces de articularlo todos somos conscientes de que realizar las prácticas en un entorno formativo no es un entorno laboral real y, además, para muchas de estas personas el valor añadido de estas formaciones justamente es tener un contacto con la empresa que les puede llevar a un contrato laboral y ayudarles en su inclusión social y laboral", señala Xabier López de Santiago, director de Innovación y Relaciones Institucionales de Egibide.

Tanto Egibide, como el Instituto Europa, como Cáritas, valoran positivamente las medidas excepcionales aprobadas por Lanbide para favorecer que las personas migrantes puedan acceder a prácticas y a formación, pero lo ven insuficiente. "Es de agradecer los esfuerzos de Lanbide y esperamos que a largo plazo busquen una alternativa que permita a todos los que tengan que hacer prácticas en la Seguridad Social, indistintamente de cuál sea su situación personal, poder hacerlas", señala Santos Gil, del servicio jurídico de Cáritas. Gil, por ejemplo, propone "busca una alternativa para que estas personas puedan entrar con una póliza de seguro de accidentes a hacer las prácticas". En ese sentido los tres centros destacan que Euskadi ha hecho un importante esfuerzo para favorecer la integración de las personas migrantes. "Hay que comentar que en Euskadi justamente partíamos de ser referentes en la formación y en el arraigo a través de la formación de estas personas migrantes" destaca López de Santiago.

El caso de Lubna

Lubna tiene 34 años, y vino de Marruecos en 2019. Tiene el Bachiller homologado y en 2023 pidió el arraigo por formación a través de un certificado profesional en hostelería pero no lo pudo conseguir por motivos de enfermedad, así que perdió el NIE. Ahora está haciendo un grado de administración pero se enfrenta a la posibilidad de no poder hacer las prácticas. "Si no tes estás regular no puedas hacer las prácticas; estoy estudiando el curso pero no puedo", nos cuenta. "Me da mucha pena y espero que se pueda solucionar", añade.

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