Concentración en Bilbao por la emergencia climática
Todo en marco de la COP28 que está teniendo lugar en Dubai y en el que están presentes los diferentes líderes políticos. Diferentes agentes sociales han denunciado la "inacción" de los gobiernos ante la emergencia climática
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El año 2023 se ha convertido en el año más caluroso de la historia de la humanidad, esa es la principal conclusión del manifiesto emitido por el grupo Friday for Future, pronunciado hoy en la concentración que ha tenido lugar en Bilbao en el marco de la COP28.
Reivindicaciones
Entre las reivindicaciones que contempla el manifiesto emitido por Friday for Future destacan:
Cuidar el agua como un bien público escaso. Conforme la sequía se convierte en un problema cotidiano para la ciudadanía y la agricultura, debemos apostar por una adecuada gestión y tratamiento del agua urbana, por cultivos de temporada, locales y poco intensivos. Igualmente exigimos combatir el exceso de regadíos y los pozos ilegales, defender ecosistemas clave como el de Doñana, y evitar las infraestructuras que la malgasten asegurando que toda la población esté abastecida.
Cuidar la salud de las personas, disminuyendo la contaminación atmosférica que cada año mata a más de 44.000 personas sólo en el estado español y apostar por una sanidad pública y de calidad. Pedimos reforzar el transporte público, impulsar las zonas de bajas emisiones y un modelo ferroviario que vertebre el territorio y enfríe el planeta. También exigimos promover un sistema de reducción, reutilización y reciclaje de residuos, y elaborar un plan de cierre progresivo de las incineradoras, contaminantes y casualmente colocadas cerca de los barrios más populares.
Apostar por la justicia climática. Cuando millones de personas se ven obligadas a abandonar sus hogares, tenemos que luchar por sus derechos en todo el mundo, y destinar fondos internacionales suficientes a la adaptación y a las pérdidas y los daños de los países y comunidades más vulnerables. Fondos que en ningún caso deberían agravar la deuda de los países del sur.
Adaptarnos a la crisis climática creando ciudades resilientes y habitables, en lugar de islas de calor y asfalto dónde el poco arbolado urbano que existe se sigue talando en pos de proyectos urbanísticos propios de otro siglo. Esta es ya una exigencia nuestros compromisos internacionales y del acuerdo de París, para los cuáles España no debe quedarse atrás.