"Me da mucha pena cuando paso por la puerta de un bingo y veo a una mujer con el carro de la compra, porque se está gastando el dinero que tenía para comida"

Vitoria-Gasteiz

"Las personas mayores también sufren adicciones". Este es el problema en el que la Asociación Alavesa de Jugadores en Rehabilitación, Asajer, quiere poner el foco, con la celebración de la mesa redonda, este lunes 13 de noviembre, en el palacio de congresos Europa, con el título 'Personas mayores y adicciones comportamentales'. Y es que el último estudio sobre adicciones, en personas mayores de 65 años, lo hizo el observatorio de drogas entre el 2019 y 2010, y reflejó unos datos que el 2% de estas sufren adicciones, pero a partir de ahí ni hay datos ni se han hecho nuevos estudios. De hecho desde Asajer han detectado que "son los hombres los que más problemas de adicción tienen con los juegos de azar, pero si hablamos de compras y tecnología, las mujeres ganan por mucho, siempre hablando de juegos tradicionales y nada on-line".

Desde Asajer denuncian que "hay una invisibilización del colectivo, porque a veces se entiende que por ser mayores no tienen nada más que hacer, y no se tiene conciencia de que pueden tener un problema", ha indicado Ana Herrezuelo, psicóloga y coordinadora de la mesa redonda. Además, Herrezuelo ha remarcado que este "no es un problema que surja al cumplir los 65 años, sino que es una adicción que ya se tiene durante buena parte de la vida, pero que se ve acrecentada ante una situación o acontecimiento que incrementa la adicción al juego, ya sea por encontrarse solo, quedarse viudo, etc".

Además, el problemas de las adicciones no se queda sólo en el adicto, sino que muchas de sus consecuencias, derivadas del juego, repercute en las familias, por eso "con esta mesa redonda hemos querido poner el foco en este problema, ya que muchas veces son las familias las que nos llaman pidiéndonos información y consejo sobre lo que tienen que hacer", ha indicado Ana Herrezuelo, psicóloga de Asajer.

"Si naces ludópata mueres ludópata"

"Soy adicta a los bingos y las máquinas", así se define Alba. Una adicción que le ha llevado incluso a ejercer la prostitución ante la falta de dinero para poder llevar comida a casa. Dinero que por otro lado se quedaba en los bingos y máquinas tragaperras. Alba reflexionaba sobre su problema y recordaba como "mi adicción se vio incrementada desde que me quedé viuda, que entraba en el bingo la primera y salía después que los propios trabajadores".

El primer paso para 'curarse' o al menos poner remedio a parte del problema pasa por "reconocer que tenía un problema y eso pasó en 2021 cunado conocí Asajer y me prohibí jugar", explica Alba. A partir de ahí son varias las terapias de recuperación por las que está pasando, pero asegura que "sigo luchando conmigo misma cuando tengo la tentación de jugar".

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Nuestra protagonista también se ve reflejada en algunas de las situaciones que se encuentra al pasar por los salones de juego y se le llenan los ojos de lágrimas "cuando al pasar por la puerta de un bingo y veo una mujer con el carro de la compra, me da mucha pena, porque se ha gastado en el bingo el dinero de la compra".