Madre de una víctima de acoso escolar: "El líder decidió que si querían jugar con él tenían que pegarle"

En 2020, durante la pandemia, se abrieron 3 expedientes por acoso escolar. Al año siguiente, una vez retomadas las clases, estos casos alcanzaron la decena, mientras que el año pasado la cifra se sitúo en 22. Según los datos de la Fiscalía de Gipuzkoa, el bullying sigue con su tendencia al alza, sin olvidar todos aquellos episodios que no llegan a los tribunales.

Los insultos, las amenazas, el aislamiento o las agresiones son la base de la mayoría de las denuncias que llegan hasta la Fiscalía y que en el Día Internacional contra la Violencia en las aulas hemos querido poner voz.

Edurne, madre de una víctima de acoso escolar, cuenta que cuando su hijo "tenía 5 años" empezó a notar actitudes que hicieron saltar las alarmas. "Se hacía pis, estaba más irascible y hablaba mal de sí mismo". Después de todo, añade, terminó repitiendo. Ante esta situación pensó que "alejándolo del menor" que lo maltrataba "iba a estar más tranquilo", pero no fue así. "Resulta que el líder decidió que entre cuatro o cinco tenían que pegar a mi hijo, que si querían jugar con él tenían que pegarle". Todo ello lo hundió. "Era un maltrato psicológico, que le dejaba la autoestima por los suelo", algo que subraya la madre "nunca se toma en cuenta" y que derivó en que su hijo se autolesionase. "En vez de exteriorizarlo contra los otros menores, se hacía daño a sí mismo".

Esta es la historia de un niño donostiarra de 10 años que tuvo que cambiarse de colegio en septiembre del año, tras haber sido acosado por parte de sus compañeros, en especial de uno. En este sentido, su madre denunciaba en 'Hoy por Hoy Gipuzkoa' el abandono al que la familia se vio sometida por parte de la comunidad educativa y pedía protocolos eficaces. Por su parte, Maite Garaigordobil, catedrática en Psicología, asegura que la sociedad no es consciente del grave problema que supone el bullying.

"Un porcentaje de víctimas se suicida" al "no poder soportar esa situación" y que además provoca "un gravísimo problema de salud mental". "Se sienten culpables, sienten vergüenza y miedo" a la par que "irritabilidad y agresividad". Garaigordobil explica que "se suelen cerrar en sí mismas" lo que se traduce en diferentes padecimientos como trastornos psicosomáticos, hiperactividad, trastornos de conducta alimentaria o cuadros de ansiedad. Así, recuerda que "el acoso es uno de los principales motivos del suicidio infanto-juvenil" y que sentencia "es muy grave".

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