Tan solo una cuarta parte de los residuos electrónicos se deposita para su reciclaje
La ciudadanía tiende a almacenar los aparatos en su casa, lo que redunda en una menor tasa de reutilización
Tan solo una cuarta parte de los residuos electrónicos se deposita para su reciclaje
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Bilbao
El volumen de aparatos eléctricos y electrónicos que los vascos destinan al reciclaje se ha reducido en los últimos años. Si en 2019 , cada ciudadano depositó 8,12 kg., tres años después, es decir, en 2022, fueron 6,93 kg. La respuesta no está clara, ha dicho Javier Agirre, Director de Calidad Ambiental y Economía Circular del Gobierno Vasco. Puede ser que, detrás de ese descenso haya una menor sensibilización hacia la importancia de la sostenibilidad, o bien, que se haya generado menor cantidad de este tipo de residuos y, que por tanto, se haya destinado menos al reciclaje.
Durante 2022, se comercializaron 60.392 toneladas de residuos electrónicos (32.465 en los hogares y 27.927 en el resto). La mayor parte (21.067) fueron paneles solares, seguidos de grandes aparatos (18.200) y aparatos informáticos y de telecomunicación pequeños (1.230). De ese total vendido, fueron recogidos 15.154, el 25%, la mayor parte (12.339) en los hogares. La tasa de reutilización de ese total recogido es muy elevada: del 76,7%. El 88% son aparatos pequeños, el 82% son lámparas y el 78% son monitores y pantallas, además de otros artículos.
Más información
En A vivir que son dos días Euskadi, Agirre ha explicado que hay una tendencia entre la ciudadanía a guardar en casa los aparatos obsoletos o bien aquellos que, aún funcionando, son reemplazados por otros más modernos. "La sensibilización antes de reutilizar es la clave", ha explicado.
Otra vida
El actual estilo de vida y la llamada obsolescencia programa merman la vida útil de los dispositivos, lo que redunda en un mayor volumen de residuos que, si no se reciclan, irán a parar directamente a los vertederos. En Emaús Fundación Social trabajan para dar una segunda vida a los aparatos eléctricos y electrónicos. En la planta que tienen en Arrasate, reciben cada mes 20.000 kilos, la mayoría lavadoras, lavavajillas y frigoríficos. Ellos se encargan de arreglarlos en caso de que necesiten una reparación y de devolverlos al mercado (el 10% de lo que reciben vuelve al circuito comercial). Acaban de empezar a trabajar con aparatos completos de manera que puedan despiezarlos y aprovecharlos siguiendo así las bases de la economía circular.
Emaús cuenta con dos fuentes diferentes de recogida. Por una parte son las tiendas de aparatos eléctricos y electrónicos que les hacen solicitudes mediante su empresa de residuos. Por otra, hacen recogidas a domicilio que se gestionan a través del teléfono en Arrasate e Irun.
Lo que no se puede usar ni reparar lo envían a la planta que Ecointegra tiene en Aoiz (Navarra). Allí, cuenta Emilio Garrido, procesan el resto. Esta planta de tratamiento de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos comenzó su actividad en el año 2007. Primero fue solo fue una planta de tratamiento de aparatos de frío. Progresivamente ha ido ampliando su actividad hasta la actualidad, momento en el cual está autorizada para tratar las principales de categorías de RAEE (Frío, monitores de TRC y planos, Gran Aparato Electrodoméstico, PAE, etc). Esta empresa da empleo a 40 personas, el 90% de ellas con discapacidad.