Absuelto de agredir sexualmente a una chica en una pensión durante los Sanmarciales
Los hechos tuvieron lugar el 29 de junio de 2019
Irun
El ciudadano marroquí para el que la Fiscalía de Gipuzkoa reclamaba seis años de cárcel por agredir sexualmente a una mujer en una pensión de Irun ha sido absuelto debido a "contradicciones" en el testimonio de la víctima y la "ausencia de corroboradores externos e internos" de su relato.
Se da la circunstancia de que la perjudicada ya había retirado su acusación contra el hombre poco antes de que la causa llegara a la vista oral, a lo largo de la que el varón aseguró que las relaciones sexuales fueron consentidas.
Sin embargo, el Ministerio Público mantuvo su acusación entendiendo que era responsable de un delito de abuso sexual agravado con acceso carnal por vía vaginal, por lo que finalmente el juicio se celebró el pasado mayo en la Sección Tercera de la Audiencia de Gipuzkoa.
Pronunciamientos favorables
No obstante, la sentencia del caso absuelve ahora "con todos los pronunciamientos favorables" al acusado, defendido por la letrada Isabel Martín Torrecilla, al entender que no existe "prueba de cargo suficiente" en su contra para "enervar" su presunción de inocencia.
Los hechos tuvieron lugar a partir de las 14.00 horas del 29 de junio de 2019, víspera de la celebración del día de San Marcial, cuando el hombre se encontró a la chica sentada en un portal sin recordar cómo había llegado a Irun desde una localidad del interior de Gipuzkoa en la que reside.
En estas circunstancias, la joven, quien durante el juicio reveló que tomaba una medicación que no podía mezclar con alcohol, permanecía desorientada sin haber dormido nada durante la noche anterior, en la que además le habían robado las dos carteras que llevaba y se había quedado sin batería en el móvil.
Acudieron a una pensión
Ante esta situación, el hombre le ofreció alguna pieza de fruta que llevaba en una bolsa y le invitó a tomar un café y un pintxo en un bar, donde ella también cargó el móvil, y posteriormente acudieron a una pensión en la que supuestamente ocurrieron los hechos.
A partir de este momento, las versiones prestadas por ambos durante la vista oral difieren, ya que el hombre aseguró que las relaciones sexuales fueron consentidas, mientras que la mujer afirmó que él la había "forzado" cuando regresó a la habitación tras haber tomado un ducha, si bien ella "tampoco" se resistió "mucho", según dijo, por el "miedo" que sentía.
Ahora, la sentencia del caso, a la que ha tenido acceso EFE, constata la existencia de "discrepancias" y "contradicciones" entre las distintas versiones de lo sucedido relatadas por la propia víctima.
Situación de miedo
Entre ellas cita la "situación de miedo" que la víctima refirió haber vivido cuando, tras abandonar la pensión, el hombre la acompañó a un cajero para sacar dinero "sin dejarla sola en ningún momento" hasta llegar la estación donde ella tomó un tren para regresar a su casa.
Algo que "contrasta" con la actitud "amistosa y cordial" que se aprecia en las grabaciones captadas por las cámaras de seguridad en este lugar, cuando la chica accedió al tren para despedirse "con un abrazo" que ella misma "propinó" al procesado.
Previamente los dos habían llegado "juntos" a la estación, donde ella acudió "sola" al bar para pedir una consumición y un bocadillo, en un "lapso temporal" durante el que se produjo "una importante afluencia de personas", dado que eran las fiestas de la localidad, y a lo largo del cual "podía haber solicitado ayuda".
Un chupón en el cuello
El texto judicial detalla también que tras llegar a su localidad de origen coincidió allí con unas amigas que le descubrieron un "chupón" en el cuello y al ser preguntada por ello les dijo que "no recordaba nada" de la noche anterior.
Un contexto en el que también sugirió "la posible existencia de una agresión sexual" e "incluso" aportó "datos" de unos "posibles autores" y de unas personas con las que había estado aquella misma noche en su localidad de origen antes de terminar en Irun.
Luego mantuvo esta misma versión "ante los médicos" que la asistieron, aunque cuando más tarde acudieron a su domicilio varios agentes de la Ertzaintza les dio otra diferente en la que ya aludió a los hechos supuestamente sucedidos en Irun y describió al procesado.
Había roto con su novio
Todo ello en un contexto en el que previamente había "roto con su novio" y abandonado el domicilio en el que ambos residían, sin poder regresar a la vivienda de sus padres que no le permitían hacerlo "si no reanudaba" antes un "tratamiento de desintoxicación" previo.
La sentencia refiere que estas circunstancias, unidas a otras "contradicciones" existentes, respecto a su versión del "acceso a la pensión", "la carga del móvil" y las distintas imágenes "visionadas" en el caso llevan al tribunal a absolver al acusado, al no haberse practicado en la causa "prueba suficiente de cargo" en su contra para "enervar" su presunción de inocencia.