Mina Lucía, una mina de asfalto única en el corazón de Álava
Los visitantes van a poder adentrarse 300 metros en la montaña alavesa, en un recorrido de 6 paradas que nos van a permitir ver brotar asfalto de sus paredes
SER Viajeros Euskadi: Mina Lucía una joya en la Montaña Alavesa
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Vitoria-Gasteiz
Mina Lucía es uno de esos parajes únicos en Europa que se ha recuperado para el turismo en el corazón de Álava, para un turismo diferente como nos cuenta la diputada foral de sostenibilidad, agricultura y medio natural, Amaia Barredo. "La Montaña Alavesa cuenta con un gran patrimonio natural, y por ello desde Diputación se empezó a trabajar desde hace más de 25 años para su recuperación y poner en valor un paisaje minero único en Europa, unido a al mítico tren vasco-navarro".
Junto al pueblo de Atauri se esconde una de las joyas ocultas mejor conservadas y que antaño fue punto de referencia no sólo de la comarca, sino a nivel de toda Europa. Se trata de uno de los paisajes mineros de asfaltos naturales de Mendialdea únicos en toda Europa, "con un gran valor patrimonial, geológico y natural a nivel de la producción minera de asfalto, una actividad que en el siglo XIX y XX coge una gran relevancia en todo el estado, y que posiciona a Álava en ese concepto de minería asfáltica", ha indicado Barredo. Todo esto, enmarcado dentro de un master plan que comenzó la Diputación Foral de Álava hace 8 años "en colaboración con todos los agentes, desde la ciudadanía hasta el Gobierno Vasco, pasando por las juntas administrativas para primero tener un diagnóstico claro sobre todos los recursos que hay en el territorio y luego ir sacándolos a la luz y recuperándolos para poner en valor la historia y el potencial de la zona", en palabras de la concejala de sostenibilidad, agricultura y medio natural, Amaia Barredo.
Cabe recordar, que Mina Lucía, en pleno parque natural de Izki, es uno de los espacios de mayor valor de esta antigua minería. Además, cuenta con la peculiaridad de tener elevados niveles asfálticos, que a su vez ofrecen una excepcional visión de este material líquido aún brotando en las paredes de la mina. Este antiguo ámbito minero se encuentra ubicado en un área de gran valor ecológico y paisajístico de la Red Natura 2.000 y de sus zonas periféricas de protección.
Mina Lucía abrió sus puertas por primera vez, después de 100 años cerrada y en la que se dejó de extraer asfalto de sus pareces, el pasado mes de mayo, primero para los vecinos y vecinas de la comarca, con vínculos en la propia mina, ya que son muchos los familiares que vivían de la extracción de asfalto el siglo pasado. Y este pasado junio se abrió al público en general con "visitas programadas los fines de semana en grupos de 10 personas y con prerreserva a través del teléfono de cuadrilla de montaña alavesa en el 945 40 54 24", como nos ha contado Arantza Cordero, coordinadora de visitas y guía de Mina Lucía.
El asfalto sigue brotando de sus paredes
En el interior de la mina se ha reconstruido la vía por la que salían las vagonetas al exterior. Se ha habilitado una galería principal que recorre simas y grandes grutas, que se excavaron para obtener el asfalto, y en el suelo aún se pueden observar las huellas de las vagonetas. "Nos vamos a meter de lleno en uno de los paisajes únicos que nos van a llevar a ser mineros por un día o al menos a retroceder en el tiempo hasta el siglo pasado, con una visita muy inmersiva, porque vamos a descubrir el tesoro que sigue manando de las paredes de Mina Lucía", ha indicado Arantza Cordero.
Los visitantes van a tener la posibilidad de adentrarse 300 metros en el corazón de la montaña para "sentir el frío, la humedad y disfrutar del asfalto que sigue brotando de sus paredes en forma de lágrima, con una reconstrucción muy poco invasiva que nos permite conservar la esencia de la mina en su entorno natural", ha explicado Cordero. La coordinadora de visitas de Mina Lucía también hace referencia a que "vamos a tener 6 paradas por el camino, la primera es un vídeo en el que el visitante se mete en lo que es la historia de los paisajes mineros y la biodiversidad de montaña alavesa en los siglos XIX y XX, dentro del parque natural de Izki, para pasar luego por un entibado de madera y una sima natural que nos lleva por galerías y pilares por los que el visitante va a poder observar las marcas que se conservan de las vagonetas y pisadas de los mineros originales, y todo envuelto en la magia de ese asfalto negro", ha indicado Arantza Cordero.
El colofón final pasa por deleitarnos viendo como "Mina Lucía llora y llora muy bonito, ya que durante todo el recorrido se van viendo esas lágrimas y pequeñas bolitas, que es la muestra de que la mina sigue viva", ha explicado la coordinadora de visitas de la mina ante una visita única en Europa y que tenemos al alcance de la mano, dentro del parque natural de Izki, que este mismo año ha cumplido 25 años.