Los expertos califican de alarmante el consumo de sustancias entre los adolescentes

Bilbao

Julen Olabe comenzó a acercarse a las drogas cuando tan solo tenía 13 años. "Empecé a fumar porros antes de terminar la EGB. Para el viaje de estudios en octavo, llevamos unos 25 gramos o así", ha explicado en A vivir que son dos días Euskadi. Aquello fue el inicio. Cuando llegó al instituto, se convirtió en habitual. "Fumaba todos los días", cuenta. Los complejos, la necesidad de desinhibirse y una situación familiar delicada lo condujeron a probar, hasta que se convirtió en una adicción. De los porros pasó a las anfetaminas y al ácido. Después llegaría todo lo demás. Para poder costearse las sustancias, robaba a su madre y a su tía. Además, cuenta, "nuestro trapichero nos fiaba. Siempre le pagábamos".

El testimonio de Julen sirve para poner rostro y dar voz a las personas que se han visto atrapadas en algún tipo de adicción, a sus familias y a la sociedad en general, algo que persigue el curso de verano "Las adicciones en la realidad", organizado por la Asociación Alcohólicos en Rehabilitación Gipuzkoa (AERGI) junto a la Universidad del País Vasco para los días 20 y 21 de junio en Donostia. El objetivo es destapar los mitos y acercarse a la realidad neurológica, psicológica y médica de las adicciones.

Julen ha pasado 36 de sus 56 años consumiendo drogas. Hace siete años pidió ayuda en AERGI. "Creo que es necesario contar que es una enfermedad, que no es un vicio. Que no somos personas moralmente débiles ni personas de segunda clase. Tengo una enfermedad y yo no la he elegido. Si toda la angustia que he sufrido se la puedo evitar a alguien, pues sería suficiente", ha detallado. Desde que tocara la puerta de la asociación, no ha consumido, no ha tenido ninguna recaída y pone en valor la importancia de las terapias y de los grupos de ayuda. Padre de una adolescente de 16 años, reconoce haberle explicado lo que ha vivido. " Ella no consume porque me lo ha dicho".

La realidad de las adicciones

El conocimiento es el principal antídoto contra el estigma y los prejuicios, explican desde AERGI. Según el doctor Francisco Pascual, presidente de Socidrogalcohol y uno de los ponentes del curso, "estamos ante una situación alarmante". Seis de cada diez pacientes que pasan por su consulta desencadenan alguna patología mental. Para Gurutz Linazasoro, neurólogo de Policlínica Gipuzkoa y presidente de VIVEbiotech, "se está banalizando el consumo de sustancias y se está perdiendo la percepción de riesgo". Linazasoro, que también intervendrá en el curso, disertará sobre el sistema de recompensa y la disfunción inhibitoria.

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En el curso, además del análisis neurológico del consumo de sustancias, se abordará el impacto de la adicción en las relaciones sexuales, la adicción a las nuevas tecnologías o la ludopatía

Según el último balance del programa ERDU de atención a personas con adicciones y en situación de alta vulnerabilidad social del Gobierno Vasco, el perfil del usuario de su programa es el de un hombre de 26 a 35 años y con adicción al alcohol. Nueve de cada diez usuarios tienen una patología mental, además de una adicción.