El camino inverso también se hace: Lexuri Olabarriaga lleva siete meses instalada entre los refugiados ucranianos en Polonia
Volvió a Euskadi después de traer de la frontera a varios refugiados cuando estalló la guerra pero marcada por aquella experiencia, regresó a tierras polacas y allí sigue
![El camino inverso también se hace: Lexuri Olabarriaga lleva siete meses instalada entre los refugiados ucranianos en Polonia](https://cadenaser.com/resizer/v2/5CABJLMKA5GVFKVWACRRPT4ARE.jpg?auth=2fb2e61a0e086069345ad2500c614524cfc4b634dde4bdf76d7e1cd22463c802&quality=70&width=736&height=414&smart=true)
El camino inverso también se hace: Lexuri Olabarriaga lleva siete meses instalada entre los refugiados ucranianos en Polonia
03:10
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
bilbao
El camino inverso también se hace. Es es caso de la bizkaina Lexuri Olabarriaga. Hace un año se fue con una furgoneta a la frontera de Polonia como muchas personas que partieron de Euskadi a buscar refugiados a las zonas donde se agolpaban, huyendo de la guerra, miles de ucranianos.
![](https://cadenaser.com/resizer/v2/6VSSNYUBKRBSFBEYIMOH4LSFAE.jpg?auth=8d9f530b8f21ad9fbb1e4452e1d7549bb533a4df3d082ea7269c56be27d35ecc&quality=70&width=650&height=780&smart=true)
![](https://cadenaser.com/resizer/v2/6VSSNYUBKRBSFBEYIMOH4LSFAE.jpg?auth=8d9f530b8f21ad9fbb1e4452e1d7549bb533a4df3d082ea7269c56be27d35ecc)
Volvió a Euskadi pero, marcada por aquella experiencia, regresó a tierras polacas y allí sigue trabajando como voluntaria. En hora 14 Euskadi hemos conversado con ella que nos ha atendido desde Cracovia
Pregunta: Hemos escuchado muchas voces de la gente que ha tenido que abandonar Ucrania tras la invasión rusa. Pero a ti esa invasión te ha hecho irte hasta allí, hasta Polonia, hasta Cracovia. ¿Por qué? Cuánto tiempo llevas allí?
Respuesta: En principio vine en marzo, muy poco después de la guerra. Estuve un mes en la frontera entre Polonia y Ucrania. Luego me volví a Bilbao unos meses. Sí, pero tenía esta idea de querer volver aquí porque sabía que había una gran población ucraniana aquí y me volví en agosto. Así que ahora mismo, hace ya un poquito más de seis meses que estoy en Cracovia y aquí tenemos casi 300.000 ucranianos. Así que sí, es cada día. Es un trabajo incansable.
P: Cada día hablamos contigo cuando con dos amigos, dos amigas, no recuerdo bien, saliste en furgoneta desde ahí, desde Bizkaia hacia la frontera para traer a refugiados. ¿Te imaginabas tú Hace casi un año que ibas a estar allí ahora. Cómo ha cambiado todo?
R: No, la verdad, no me lo imaginaba. Incluso no llegué a pensar que iba a durar tantísimo tiempo. Y ahora que estoy en Cracovia, he podido conocer un poco más de primera mano, porque al final se crean lazos y relación con ucranianos que te cuentan un poco su día a día. Ellos también llevan aquí un año, ya están haciendo su vida aquí en Polonia y es un poco desesperante ver cómo todos ellos quieren volver. No quieren volver a su casa y al final tienen que encontrar un trabajo aquí, tienen que escolarizar a sus hijos aquí y tienen que hacer una vida en otro país, Entonces sí que es muy diferente a lo que viví en marzo en la frontera, pero sigue siendo igual de duro.
![](https://cadenaser.com/resizer/v2/LKKJHEL57BHGNF4H7KG54KO7DM.jpg?auth=2fb20269f8245a117e8769cf063ed3584e5ad544b0d5f38023c27d0440ca0fe7&quality=70&width=650&height=487&smart=true)
![](https://cadenaser.com/resizer/v2/LKKJHEL57BHGNF4H7KG54KO7DM.jpg?auth=2fb20269f8245a117e8769cf063ed3584e5ad544b0d5f38023c27d0440ca0fe7)
P: ¿Cuál es la labor que hace la organización con la que colaboras hoy en Cracovia?
R: Yo colaboro con JCC que es una organización que sobre todo les está dando de comer a todos los ucranianos que viven aquí en Cracovia. Lo que hacemos cada día es un reparto enorme. Por la mañana de comida viene un camión, nos trae kilos de lentejas, arroz, macarrones, azúcar, café, té, de todo. Y los voluntarios lo que tenemos que hacer es empaquetarlo todo en paquetes más pequeños para distribuirlos a una familia. Entonces les damos todos los alimentos que traemos cada día. Les damos a cada familia unos 15 alimentos diferentes y entonces nuestra labor consiste en empaquetarlo todo en diferentes medidas, por ejemplo el arroz, 400 gramos, etcétera. Lo vamos empaquetando y también tenemos ayuda de voluntarios ucranianos que pueden hablar con ellos, que tienen el lenguaje en común con ellos. Y cada día tenemos aquí una tienda. Una de las salas la hemos cambiado, la hacemos diferente, como una tienda. Ahí tenemos también ropa, tenemos también medicinas y tenemos la comida. Y cada día tenemos una cola enorme de ucranianos que aunque se cumplan a un año, siguen viniendo cada día por comida, incluidos sábados y domingos.