Bilbao

Dani García ha sido, durante los últimos años, un fijo en el centro del campo del Athletic. Con Garitano, pero también con Marcelino. Sin embargo, el regreso de Ernesto Valverde a Bilbao ha sacado al de Zumarraga del once titular. Su lugar lo ha ocupado Mikel Vesga, hasta que el vitoriano se lesionó y Dani tuvo su oportunidad.

Un rol de suplente que Dani asegura haber encarado con la mejor actitud posible: "Yo me he encontrado en una situación en la que tienes dos opciones: venir todos los días a Lezama a intentar mejorar y ganarte el puesto y con buen ánimo o decir que el entrenador es muy malo y me tiene manía. Yo he decidido por el camino que creo que es el correcto y creo que es lo que me ha llevado a estar a buen nivel cuando me ha tocado jugar", ha dicho.

Asumir la suplencia

Es más, Dani ha analizado la importancia del comportamiento de aquellos jugadores que cuentan con menos minutos y lo ha hecho en primera persona: "He tenido ejemplos durante toda mi carrera de lo que es ser buen o mal suplente y yo no me perdonaría que, cuando deje el fútbol, la gente que ha estado conmigo en el vestuario me dijese que era un mal suplente", ha sentenciado.

Ha reconocido, no obstante, que "a todo el mundo nos afecta, pero hay que intentar llevarlo lo mejor posible. Durante la semana te tienes que intentar ganar el puesto. Cuando llega el fin de semana, lo importante es que los que juegan den el nivel máximo. Los que no jugamos tenemos que apretar para que los titulares estén alerta".

Además, en su caso, el puesto se lo ha 'arrebatado' un gran amigo, Mikel Vesga. "Tengo la competencia con uno de mis mejores amigos. Yo siempre le deseo lo mejor, pero él sabe que entre semana yo estoy con el cuchillo. Luego es con el que más tiempo paso, como con Lekue y De Marcos, con los del grupo de música. Esa competitividad dentro del campo no va a llevarse fuera en ningún momento", ha dicho Dani.

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El cambio de sistema con Valverde

Y es que, desde la llegada de Valverde, el centro del campo del Athletic ha cambiado. "Hemos pasado de jugar con dos pivotes a hacerlo con tres jugadores por dentro. Ernesto siempre me ha dejado clara su idea y ha sido muy noble conmigo. Siempre me ha dejado claro lo que quiere de un mediocentro y me ha explicado por qué en ese momento no estaba jugando. Me pide cosas diferentes a Marcelino y creo que, dentro de lo que puedo, lo estoy mejorando cada día", ha asegurado.

Es más, Dani ha explicado cuáles son esas demandas de Txingurri al centrocampista titular: "Jugando como pivote único tienes que ayudar mucho al equipo a sacar el balón, girarte, jugar hacia adelante. No es lo mismo jugar con uno que con dos. Ese pivote único tiene mayor peso en el equipo. Día a día intento mejorar en dar salida al equipo y jugar hacia adelante. Es otra meta más en mi carrera", ha deslizado.

Ha reconocido, eso sí, que Valverde "nos da bastante confianza, nos deja actuar con cierta libertad. Me recuerda un poco a Mendilibar. Son gente normal, que en el día a día genera buen ambiente. Siempre me han hablado bien de él y ahora, desde dentro, yo puedo decir lo mismo".

La "montaña" de octubre

En cuanto a la situación del equipo, instalado en zona Champions, Dani ha reconocido que el calendario ha podido influir en el gran inicio de Liga: "Sabíamos que en las primeras jornadas había partidos favorables y que el mes de octubre era una montaña. Decir que este mes se va a ver el verdadero Athletic igual es demasiado, pero sí va a ser un momento importante para ver cómo podemos responder", ha dicho.

Por último, ha afirmado que sus objetivos son más colectivos que personales: "No soy un jugador que pueda prometer goles ni otras cosas, así que el objetivo que me marco es que el equipo quede lo más arriba posible. Creo que mi trabajo lo hago bien y siempre intento aportar lo máximo posible", ha zanjado.