Bilbao

Bilbao Basket no ha podido revalidar su triunfo en la Euskal Kopa. El último amistoso del verano, con el aliciente de ser un derbi contra Baskonia, se ha ido para Vitoria. Los de Peñarroya han gestionado mejor una pequeña renta en los minutos finales y los hombres de negro no han aprovechado ninguno de los dos ataques finales que han tenido para voltear el marcador. No obstante, el juego desplegado por el conjunto bilbaíno a poco más de una semana del comienzo de Liga ACB ha mejorado notablemente con respecto al desastre de Cantabria.

Inicio potente de los de Ponsarnau

El conjunto bilbaíno acudía a la cita con un último precedente para olvidar, el torneo amistoso disputado el pasado fin de semana en Torrelavega (Cantabria) en el que no estuvieron a la altura. Y en Galdakao dejó claro desde el principio que quería mostrar otra imagen. Salió en tromba Bilbao Basket y consiguió doblar en el marcador a Baskonia en los primeros diez minutos (24-12).

En el segundo parcial, sin embargo, los de Joan Peñarroya encontraron su momento. Buscaron y encontraron la remontada, al tiempo que Bilbao sufría, de forma encadenada, una antideportiva a Xavi Rabaseda y una técnica a Ponsarnau. El partido se igualó e incluso los vitorianos alcanzaron rentas de en torno a los seis puntos. No obstante, Bilbao logró antes del descanso dar un paso más en defensa e igualar de nuevo el partido a 39 al descanso.

Tras el paso por vestuarios, Bilbao Basket logró con un nuevo paso al frente abrir una pequeña brecha de en torno a los cinco-seis puntos en el marcador. Pero no pudo romper el partido definitivamente y Baskonia, desde el lanzamiento exterior, se volvió a poner por delante. Con seis puntos de desventaja llegaron los hombres de negro a los diez minutos finales (67-73).

Baskonia, mejor en momentos clave

Y en el último cuarto todo comenzó igual. O peor para los de Ponsarnau. El físico empezó a pasar factura en el tiro y los vitorianos consiguieron sus máximas rentas en el marcador: doce puntos a falta de ocho minutos. Pero en el depósito de los bizkainos aún quedaba la reserva. Sobre todo, la de Andersson, uno de los más acertados en el tiro exterior.

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Curiosamente lograron lo más complicado, volver a igualar las cosas hasta ponerse a solo un punto con 50 segundos de juego por delante. Pero el acierto volvió a difuminarse. Se fallaron las dos últimas jugadas de ataque y Baskonia gestionó mejor los instantes clave hasta llevarse el partido por 87-91.