Hugo, usuario de AVIFES: "Cuando me intenté reincorporar al entorno laboral y llevar una vida, me daba de bruces cada dos por tres"

Bilbao

Las personas llegan por cualesquiera vías: correo electrónico, teléfono, página web o redes sociales. Por estas dos últimas, quizá, el perfil del usuario que necesita ayuda o información sobre enfermedades mentales es también joven, que no comprende bien lo que le pasa por la "invisibilidad" de lo que padece. En 'Hoy por Hoy Bilbao' recibimos a Cristina, Hugo y Jose, tres perfiles diferentes que nos trasladan sus historias e invitan a las personas a no tener miedo a expresar su incomodidad.

Les acompaña Johanna Maluenda, responsable del área residencial de AVIFES, que admite que llevan "3 años complicados, la situación que venimos viviendo ha disparado los casos de algo que ya veíamos venir". "Intentamos flexibilizar e individualizar la ayuda", dice Johanna, que explica que entre las personas jóvenes con enfermedad mental "el 68% son mujeres".

Conocemos la situación de Cristina, una mujer de 43 años que desde 2021 reside en una Vivienda con apoyo en Avifes. La propia Cristina reconoce que le "era necesario salir de la casa familiar". Antes tenía que gestionar el día a día con el cuidado a sus aitas, ambos dependientes, y su propia enfermedad. Ahora, se siente feliz, contenta, estable en relación a la enfermedad, y siente la vivienda con apoyos como su hogar. Le permite tener una rutina, probar actividades nuevas, tener su privacidad, y seguir cuidando de los suyos, pero cuidándose también ella.

Nos ha acompañado también Hugo, de 31 años, que nos ha contado su historia. "No trabajo más que para mi estabilidad emocional y para estar a gusto conmigo mismo". Desde hace 6 años cuenta con el apoyo de la asociación, por un problema mental a raíz de un accidente. Hugo ha trabajado, y nos habla del estigma que se sufre, de la "invisibilidad" de la enfermedad. Relata cómo algunas personas no entienden su situación, "no trabajas porque no quieres".

Jose cumple 29 años este año, y desde los 18 "enfermó con esquizofrenia paranoide". Trabaja en Lutxana, en Usoa. Está siempre inquieto, moviéndose, pero "la enfermedad está ahí, con la luz encendida" por muy bien que estés. A lo que más miedo tiene es a recaer. Desde que accede al servicio de viviendas con apoyo de Avifes se ha marcado retos en su vida, y el próximo es independizarse.