El plan de ahorro energético desespera a los comerciantes

Alfonso Benegas no puede entender cómo en un cine se puede ver una película a 27 grados. Él es el presidente de la Asociación de Salas de Cine de Euskadi (EZAE): "Son medidas extremas, 27 grados es calor en una sala de cine y 19 grados es frío". Intenta tomárselo con humor y llega a bromear con que tendrá que "poner mantas" mientras recuerda que ha recibido quejas en invierno por tener la sala superando los 20 grados con poca gente en la sala.

En cuanto a los trabajadores del transporte, ven "difícil" poder cumplir las normas. Borja Musons, presidente de la Federación Vasca del Taxi y presidente Radio Taxi Bilbao: "Los días de calor es difícil mantener el coche a esa temperatura". Borja reconoce que se "irán adaptando" como puedan. "¿Qué supone en un trayecto corto bajar la temperatura unos grados?", se pregunta el presidente de Radio taxi Bilbao.

No obstante, Félix Soleto, gerente de Autobuses Soleto, no puede controlar los 12 metros de largo y 4 metros de ancho donde viajan 55 clientes: "Con las cristaleras tan grandes que tienen los vehículos, la cantidad de calor que acumula un vehículo es extremadamente grande". Además, asegura que no puede "ponerse en contra" de 55 personas.

El presidente de Bilbao Dendak 2000 comercios y locales de hostelería, Rafael Gardeazabal, cree que "no hay que dramatizar tanto" porque el más damnificado, defiende, es el "propio comerciante del comercio". "Trabajar a 27 grados es complicado", asimila.

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