El entrenador del Athletic, Marcelino García Toral, ha anunciado este martes en San Mamés su adiós al Athletic. Ha decidido no aceptar la oferta de renovación que la junta directiva saliente, presidida por Aitor Elizegi, le puso sobre la mesa. Y ha explicado el porqué de su decisión.

En lo puramente deportivo, Marcelino ha valorado lo conseguido en este año y medio. En su haber, un título de Supercopa de España. También, la disputa de cuatro finales -dos de Supercopa y dos de Copa del Rey-. En la última Liga, además, ha mejorado el registro de puntos de la de su llegada.

Recuerdos imborrables de San Mamés

Junto a los números, ha hablado mucho de sensaciones. De las noches mágicas que tanto ha disfrutado. Como "inolvidables" ha calificado algunos momentos vividos. En concreto, ha argumentado las razones por las que se ha encontrado a gusto cada día en Lezama: "Cuando el Athletic me ofrece la posibilidad de venir a entrar y acepto, sé perfectamente, por su filosofía, cómo se van a desarrollar las cosas".

Es más, ha añadido que en Bilbao "sabía que iba a tener algunos problemas menos. Aquí no tienes que estar pendiente del mercado, el entrenador no tiene que estar tomando decisiones en cuanto a incorporaciones a la plantilla para mejorar el rendimiento. Me tenía que centrar en sacar el máximo de los jugadores que tenía. Pensábamos que iba a ser diferente y también más sencillo, pero nos quedamos muy cortos", ha analizado.

Cabeza y corazón

Llegado el momento de tomar una decisión, Marcelino ha relatado el debate interno que vivió durante las semanas en que Aitor Elizegi le ofreció renovar. Saber que por delante había un proceso electoral al que el presidente que le fichó no se presentaría le hizo reflexionar. La postura ambivalente respecto a él de los precandidatos a los comicios del 24 de junio terminó de decantar la balanza hacia el no.

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