El valor de una reforma
El comentario de Carlos Prieto en 'La Ventana de Asturias' (25/01/2022)
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Asturias
El estatuto de autonomía, que este año celebra su cuarenta cumpleaños y ha sido reformados en dos ocasiones, es objeto de debate y discusión por los partidos que buscan una nueva reforma para incluir la categoría de lengua oficial del asturiano, o bable, como siempre lo llamamos, aunque ahora el término parece haber entrado en desgracia entre quienes se erigen como sus paladines, aunque el mismísimo Jovellanos ya utilizase el término y su hermana fuera una de las primeras escritoras y defensoras de la lengua astur. El caso es que tristemente, y a pesar de que es innegable de que se trata de un bien cultural, y una obligación su protección, se ha convertido con el paso de los años en un arma política por quienes se erigen sus defensores y por quienes lo asocian a un retraso. 'Ye muy decepcionante' proclaman sus académicos respecto a lo que está pasando. Y no les falta razón. 27 votos se necesitan para el cambio y la izquierda suma 26. Foro, que no se sabe bien hacia dónde va y ni si es de izquierdas, de derechas, de centro o de nada, jugó con su voto y por jugar un papel de protagonista en esta película que se ha montado. Pero pidió el oro y el moro a cambio, en forma de reformas fiscales. Y yo me pregunto si en el fondo Foro quiere proteger al asturiano y lo considera un patrimonio cultural de la región, ¿por qué mercantiliza su voto? Y también me pregunto, si el asturiano es de todos, ¿por qué desde hace cuarenta años la izquierda lo ha utilizado como propio y como elemento arrojadizo frente a los que no son de su cuerda? Así es imposible. Todo negociación resulta agotadora y estéril. Nunca habrá un acuerdo, por culpa de unos y de otros. Y el asturiano, o el bable, es la víctima de todos. Y la tercera cuestión que me surge es si en plena pandemia, en plena crisis social y económica, a Asturias le toca hablar de su lengua o es tiempo de reconstruir la economía, la sanidad y asegurar el futuro industrial. Porque no se olviden nuestros representantes que sin asturianos, sin futuro, no habrá lengua que hablar. Tienen razón: Ye muy decepcionante.