Unas excavaciones arqueológicas en Washington sacan a la luz una cruz de Caravaca
Publicación en la edición digital del Washington Post / Washington Post
Jumilla
El Washington Post ha contado este domingo el hallazgo, en la localidad de Saint Mary’s dentro del condado de Meryland, en el Estado de Washington, de una pequeña Cruz de Caravaca aparecida en una excavación llevada a cabo en un yacimiento donde están desenterrando un fuerte colonial.
Los arqueólogos que dirigen la excavación, encabezados por Travis Parno, quien ha calificado el hallazgo como “fascinante”, están ahora tratando de conocer de donde pudiera proceder el hallazgo cuyas primeras conclusiones han determinado que se trata, efectivamente, de una cruz de Caravaca, de unos 370 años de antigüedad, que debió llegar hasta el sur de Maryland en el equipaje de alguna familia de colonos o a través de algún misionero jesuita.
El hallazgo se produjo el pasado 25 de octubre entre los restos de este fuerte histórico de St. Mary's, el cual está catalogado como el primer asentamiento inglés permanente en Maryland y uno de los primeros en lo que se convertiría en Estados Unidos.
Al principio, los arqueólogos no estaban exactamente seguros de qué se trataba; la pieza llamaba la atención porque era una cruz de doble brazo con terminaciones barrocas. Ese detalle llevó a los investigadores a encontrar el origen. La cruz es pequeña y cabe fácilmente en la palma de una mano; está hecha de una aleación de cobre y los investigadores han lanzado como hipótesis de trabajo que se fabricó en o cerca de Caravaca. Tiene un agujero roto en la parte superior de la pieza vertical, lo que hace apunta a que pudiera proceder de un collar o rosario.
Según los primeros datos con los que se trabajan, hacen descartar que hubiera ningún español en la colonia inglesa, a la vez que también, al no coincidir en el periodo de tiempo, se cree poco probable que fuese llevada hasta este lugar por un jesuita procedente de España, mientras que la hipótesis que cobra más fuerza es que entre los colones pudiese haber un católico devoto de la Cruz de Caravaca o que el objeto se adquiriese en algún comercio de los nativos americanos locales.
