Saúl Jiménez (Conservas Rosara): "La comida siempre es un aliciente prometedor"

Pamplona

Fue en 1986, en Andosilla, una localidad navarra de la Ribera del Ebro, donde Evaristo e Isabel fundaron Conservas artesanas Rosara con la idea "muy clara de hacer algo diferente". Saúl, uno de los tres hijos de los fundadores, es hoy el director de I+D y Marketing. En esta nueva entrega de La Ventana de la Empresa navarra, Saúl explica que sus padres "quisieron hacer algo especial, con productos que, de primeras, no existían, y además vestimos el envase. Nos salimos desde el principio de lo que era el estándar de la conserva navarra".

En la actualidad, Conservas artesanas Rosara, empresa socia de Alinar (Asociación de Industrias Agroalimentarias de Navarra, Aragón y La Rioja) maneja unas 160 referencias. Además de los productos clásicos de la huerta navarra, pimientos del piquillo, espárragos de Navarra o alcachofa de Tudela, Saúl destaca que "tenemos una cocina estupenda y ese afán por lanzar nuevos productos que nos ha llevado a desarrollos que no existían en la conserva". Y pone algunos ejemplos que sólo con escuchar su denominación incitan al deseo de saborearlos: "Unos espárragos rellenos de bogavante o unas alcachofas rellenas de marisco".

"Hay que adaptarse a los tiempos. Antes se cocinaba más, se le daba más importancia y ahora ha habido un aumento bastante grande de productos listos para comer. La conserva es un concepto muy interesante ahora que está tan en boga la sostenibilidad. La conserva es autoestable; por el proceso de esterilización el producto puede ser consumido en un plazo de cinco años, sin necesidad de mantener el frío. Y cuando ya la has consumido, el vidrio o la lata del envase los puedes reciclar. Así que a nivel ecológico es muy interesante".

Saúl, que comparte las riendas de la empresa con sus hermanos Sara y Pablo, explica que siempre han querido mostrar el trabajo artesanal que realizan. Lamenta que palabras como artesano o casero se hayan "pervertido" en algunos casos y defiende que, en su casa, a través de la página web rosara.com se pueden ver las imágenes de fabricación de muchos productos cocinados en los fogones. "En cazuela hacemos la besamel de los pimientos rellenos o la salsa de alcachofa rellena. Y eso intentamos plasmarlo para que al abrir el envase el consumidor diga: esto está bueno".

Y a la hora de asar los pimientos, siempre con leña de haya que traemos de Eulate. Ese sabor de ahumado se nota.

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Cuenta que en la empresa trabajan unas 35 personas "que llevan en la mayor parte de los casos más de treinta años con nosotros. Nuestra forma de trabajar choca con la idea de las campañas temporales en las conserveras. Trabajamos todo el año porque tenemos muchísimos productos. Tenemos unos compañeros estupendos, conocen la filosofía de la empresa y son parte de nuestra familia".

En cuanto a la distribución, cuenta que sus conservas se pueden encontrar en tiendas "donde se busque la calidad. En grandes superficies no podemos estar porque nuestro volumen es limitado y el precio es un limitante. Es un producto que tiene su valor".

De cara a este año, con la situación de la pandemia en la sexta ola, Saúl se muestra esperanzado en que por fin el mercado pueda ir abriéndose a novedades y afirma que están dispuestos a lanzar nuevos productos a lo largo de este año. Productos que llegan también a numerosos mercados internacionales. Desde países europeos hasta estados Unidos o Australia. En ese sentido, destaca la colaboración con la empresa del chef español asentado en estados Unidos José Andrés.