Las residencias de mayores deben realizar simulacros de evacuación todos los años
José Mª Toro, presidente de Aerte, destaca que, ante un incendio, la base principal es evacuar al mayor número de personas en el menor tiempo posible y para ello es fundamental la preparación y formación del personal del centro
Entrevista a José Mª Toro, presidente de AERTE
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Valencia
Cuando todavía continúan hospitalizadas Diez personas, tres en estado grave, a consecuencia del incendio declarado la noche del pasado martes en una residencia de ancianos de Moncada (Valencia), en el que se produjo seis fallecimientos, en Hoy por Hoy Locos por Valencia hablamos con José Mª Toro, presidente de la Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a Personas Dependientes de la Comunidad Valenciana (AERTE).
Tras destacar la actuación de los servicios de emergencias y del personal de la residencia de Moncada, Toro destaca que no se puede abrir una residencia en la Comunitat si no cuenta con un plan de emergencias contra incendios y de evacuación del local.
Los centros, además, tienen la obligación de realizar cada año un simulacro de evacuación para depurar las posibles dificultades, formar al personal y también que los residentes sean conscientes de cómo actuar en caso de incendio. A pesar de ello, Toro destaca que una cosa son los simulacros, y otra muy distinta, cómo actuar ante un siniestro real, ante el que cualquier persona desconoce la forma en que reaccionaría.
Ante un incendio, la base principal es evacuar al mayor número de personas en el menor tiempo posible. Para ello es fundamental la preparación y formación del personal del centro, además de otros instrumentos como los detectores de incendios y de humos, alarmas y extintores, que deben revisarse periódicamente.
José Mª Toro también subraya que, además, las personas con mayor dependencia y problemas de movilidad conllevan mayor dificultad de evacuación, como ha ocurrido en Moncada.
Por último, Toro quiere destacar la situación actual de las residencias con relación a la pandemia. Con una incidencia cinco veces mayor que hace un año, el número de fallecidos ha disminuido un 97%. Y todo ello gracias a la vacunación.
