Sorpresas y emoción para Rosario, la ribereña que quedó segunda en 'Masterchef Abuelos' 2

Aranda de Duero

Rosario Repiso es el nombre propio este martes en Roa. Aunque en realidad lo lleva siendo ya unos días, desde que su nieta Olivia anunciara su participación este pasado lunes en la segunda edición de Masterchef Abuelos, con un único programa en el que 12 mayores de 65 años participaban para poner en valor la cocina tradicional pero también toda una vida llena de esfuerzos, de ejemplo, y dedicada a sus familiares y amigos. Para Rosario, a sus 85 años, esta ya será una experiencia inolvidable que se saldó con todo un segundo puesto, merced a su buen cordero -dedicado a su esposo fallecido hace años, Víctor-, su gran trabajo en equipo siendo la capitana del equipo azul, y su gran prueba final atreviéndose a hacer un sofisticado plato, con algún que otro problema con la máquina envasadora, eso sí.

En cualquier caso, Repiso es el vivo retrato de la felicidad un día después de su participación en Masterchef, y así lo ha reflejado este martes en la SER -en una entrevista que se puede reproducir en la cabecera de este artículo-, volviendo a cumplir su compromiso con todos los oyentes y seguidores que este lunes estuvieron pegados a la televisión para ver su peripecia en los fogones. "Estoy emocionada y satisfecha por haber concursado; la gente me aprecia, he salido por el pueblo y todo el mundo dándome la enhorabuena, yo emocionadísima y hasta he llorado yo creo, que me decían que se me caía el rimel. Yo es que no me lo esperaba, no pensaba que iba a llegar a este punto porque había gente que sabía más de cocina que yo, que siempre he sido de cocina tradicional", dice.

Una sorpresa inolvidable

Lo que Rosario no imaginaba es que se iba a emocionar más con la sentida sorpresa que Radio Aranda había preparado para ella. Y es que todos sus familiares, uno por uno, han querido felicitarle a través de las ondas por su gran concurso pero, sobre todo, por ser un ejemplo de madre, hermana, tía, y sobre todo abuela. "Me habéis dejado en shock, se me han caído todos los rímeles, me habéis dejado chafadita, esto ha sido más grande que el concurso", dice Rosario entre lágrimas, añadiendo que "yo he sido siempre normal, he sido una mujer sencilla, estoy emocionada y no sé qué decir, me habéis dado la alegría más grande del mundo, esto ha sido lo más grande que puede ocurrirme".

El humor por bandera

Sin lugar a dudas, si por algo se caracteriza la raudense es por su alegría y sus ganas de pasarlo bien. Así se demostró cuando, antes de la prueba en equipos, salió con algunos participantes de marcha por Benidorm. También lo dejó claro en sus 'perreos' con Pepe Rodríguez, que incluso en tierras alicantinas acabaron en azote en el culo al reconocido cocinero, lo que despertó la risa de los telespectadores. Y ya de nuevo en Madrid, enseñó a todos a ligar. Ella, simplemente, es así. Y sí que ha querido puntualizar "que yo no soy tan gorda como salía en la televisión eh" y que se reía de sí misma este lunes viéndose en la pequeña pantalla.  

Y es que Masterchef ha marcado un antes y un después en la vida de esta raudense. Aunque ella dice que va a llevar bien la fama. "Todavía no me han pedido fotos y autógrafos pero todo el mundo, hasta gente que no conocía de los pueblos me felicitaba. Yo he agachado la cabeza porque digo si no no llego porque me he tirado hora y media llamándome por teléfono y digo no voy a llegar a tomar café porque digo si no esto no termina", expresa sobre su reencuentro con las amigas -con las que se toma dos o tres vermuts-, sin revelar lo que hoy comerá "porque hoy no he tenido tiempo de hacer comida". 

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En resumen, Rosario fue una gran participante, pero también es una gran cocinera, una gran defensora de su tierra... y ante todo, una gran persona. Mucho más de lo que se vio en televisión. Y es que en la segunda edición de los abuelos... ella fue quien le puso el sabor.